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Audiencia de Zaragoza

Tercer juicio a la banda del Badoo: "Pensé que me iban a matar, estoy aquí de churro"

Uno de los dos acusados reconoce que secuestró a la víctima para robarle y renuncia a su abogada

Los acusados estaban sentados a cierta distancia uno de otro, en lugar de en sillas contiguas, como es costumbre. Ángel de Castro

Julián, que fue secuestrado en 2019 para quitarle el dinero, ha declarado este lunes por la mañana en la Audiencia de Zaragoza que ha podido comparecer como testigo por puro milagro. "Pensé que me iban a matar, estoy aquí de churro", ha afirmado la víctima del conocido como caso del Badoo, nombre de una red social creada para favorecer relaciones íntimas con otras personas. "Me golpearon en la cabeza con una llave inglesa enorme, me apuntaron con una pistola y amenazaron con matarme si no les decía las claves de mis tarjetas bancarias o mi familia pagaba un rescate", ha declarado.

Este vecino de Tudela señalado en la vista oral, la primera sesión de un juicio que durará varios días, que los dos acusados, Mohamed Achraf y Hedangeline Candy Arrieta, a los que ha mirado unos segundos antes de responder, son las personas que lo secuestraron.

De hecho, el primero de ellos, Mohamed, ha reconocido ser el autor de los hechos y, además, ha renunciado a su abogada, la letrada Carmen Sánchez Herrero. "Soy culpable", ha subrayado incluso antes del comienzo del interrogatorio por parte de la fiscal. Sin embargo, su compañera Candy ha asegurado que no está relacionada con el suceso, ocurrido en la localidad de Luceni el 4 de septiembre de hace tres años.

Los dos acusados en el banquillo. Ángel de Castro

Ambos se enfrentan a un máximo de 15 años de cárcel por los delitos de robo, lesiones, detención ilegal y tentativa de extorsión. En principio, la petición de pena se elevaba a 19 años, pero la acusadora particular Cristina Gracia, del despacho Cabrejas Abogados, ha retirado acusación de pertenencia a banda criminal. La fiscal solicita 10 años y nueve meses.

Los dos acumulan ya dos condenas que suman 46 años y medio de cárcel por el asesinato de un informático de Guecho y por la emboscada que tendieron a un hombre residente en La Almunia, dos delitos relacionados asimismo con la red de contactos Badoo y que ya han sido juzgados. En el juicio de hoy ha aparecido sentados a unos dos o tres metros uno de otro, en lugar de en sillas contiguas que casi se rozan, como es habitual.

Además, es la primera vez que el hombre reconoce su culpa, mientras que ella en todos los juicios mantiene su inocencia y alega que era víctima de malos tratos por parte del coacusado, con el que admite y niega, alternativamente, haber tenido una relación sentimental.

"La oí gritar: 'Mata a ese hijo de puta'"

Según el relato de los hechos, en el caso objeto de la nueva vista oral, Candy se citó con la víctima, a través de Badoo, en la estación ferroviaria de Luceni. Julián ha manifestado que llegó en tren, ya de noche. "Nos abrazamos y me dijo que tenía el coche aparcado, por lo que fuimos andando y, a los pocos segundos, me atacaron por la espalda", ha relatado la víctima.

Tras ser golpeado en la cabeza con la llave inglesa, el perjudicado trató de huir, pero fue alcanzado y se enzarzó en una pelea con su agresor, Mohamed Achraf. Ambos cayeron al cauce seco de una acequia y siguieron forcejeando. "Oí cómo ella le gritaba: 'Mata a ese hijo de puta'", ha añadido la víctima. "Luego ella bajó a la acequia con una pistola en la mano y me dijo: 'O te estás quieto o te mato'", ha continuado.

A partir de ahí, lo redujeron, le ataron los pies a las manos con unas bridas y su propio cinturón, "como a un cerdito", y lo metieron en el maletero de un coche que, por caminos y tramos asfaltados, fue a una nave de Luceni y a un lugar desconocido donde comprobaron en un cajero que su víctima no tenía dinero.

"Ni le amenacé de muerte ni le metí en el maletero"

Al ver que sus continuas amenazas de muerte no daban resultado, sobre la media noche lo soltaron en un campo. "Vi coches a lo lejos y pensé que me podían ayudar, pero pasaban de largo", ha contado Julián, que al final fue auxiliado por un tractorista.

Candy, que en Badoo utilizaba el seudónimo de 'Bella', ha asegurado que empezó a trabajar para Mohamed porque le ofreció 500 euros "por cuidarle sus tres hijos". Al principio, ha dicho, todo fue bien entre ellos, pero su patrón pronto empezó a amenazarla de muerte y a darle palizas y a amenazar con matar a su familia en Venezuela, según ella.

"Yo no estuve en Luceni", ha recalcado. "No amenacé a nadie de muerte ni lo metí en el maletero", ha agregado. Y ha concluido: "No participé en nada, desconozco todo eso", ha terminado.

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