La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a un hombre a diez años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales con penetración a la hija de su pareja, cuando esta contaba con 14 años. La sentencia también le prohíbe que se acerque a la víctima, personada como acusación particular a través del abogado Miguel Ángel Cardell Calafat, o que se comunique con ella durante 15 años. Asimismo, la resolución judicial establece cinco años de libertad vigilada con el encausada.
Los hechos que se enjuiciaron el pasado 9 de mayo en la Audiencia de Palma se remontan a agosto de 2019. Por aquel entonces el procesado empezó una relación con la madre de la víctima. En diciembre de dicho año, su pareja y la hija de esta se mudaron a su domicilio del barrio palmesano de Génova.
Los abusos a la menor ya comenzaron en agosto de ese año después de una discusión con su pareja. Entonces, el ahora condenado ya se acostó por ver primera con la menor. A partir de este instante los abusos sexuales fueron en aumento. Los tocamientos fueron sustituidos por relaciones sexuales completas y continuadas que se mantenían con la adolescente prácticamente a diario.
Todos estos encuentros sexuales, la menor los mantuvo a espaldas de su madre. Sin embargo, la tensión por lo que estaba viviendo la afectó emocionalmente y tuvo que ser ingresada en Son Espases para ser atendida después de sufrir un intento de suicidio. Pese a esta circunstancia, la pareja de su madre intentó mantener relaciones sexuales con la chica en el mismo hospital.
Poco después de recibir el alta, la menor sufrió una recaída. Fue entonces cuando confesó lo ocurrido a su madre y esta le denunció. Esta se ha traducido en su condena de diez años.
