Tres ladrones rusos altamente especializados han desvalijado una treintena de viviendas en los últimos meses en Palma y en el Port de Pollença. Los delincuentes se decantaban siempre por perpetrar los golpes en zonas residenciales de Son Rapinya, s'Olivera, Can Domenge, Son Armadans, Bonanova y Son Espanyolet en la capital balear y en la localidad del norte de la isla. La Policía Nacional ha detenido a estos tres delincuentes de 31,32 y 33 años, sin antecedentes en su haber, por al menos 26 robos en el interior de domicilios.

A raíz de la oleada de fechorías en los últimos meses en domicilios de Palma y el Port de Pollença, agentes del Grupo de Robos de la Policía Nacional iniciaron una laboriosa investigación. Fruto de estas pesquisas han conseguido desmantelar esta banda rusa de ladrones altamente especializada en desvalijar viviendas en zonas residenciales a plena luz del día.

Estos delincuentes abrían las puertas de los domicilios sin forzarlas y a plena luz del día. Para ello recurrían a la técnica del 'impresioning'. Esta consiste en colocar láminas de aluminio deformable en la cerradura para que graben las marcas de la llave original. De esta manera obtienen una copia. Las fechorías las cometían a gran velocidad y evitaban ser identificados.

La oleada de robos comenzó el pasado 29 de enero. Esta banda de delincuentes rusos itinerante habían llegado en ese mes como turistas. Su objetivo era bien distinto: desvalijar el mayor número de domicilios en un corto periodo de tiempo. Determinadas zonas residenciales y urbanizaciones privadas de un elevado nivel adquisitivo las pusieron en su punto de mira. Los golpes en Palma los asestaron principalmente en Son Rapinya, Son Espanyolet, Can Domenge, s'Olivera, Son Armadans y La Bonanova. También cambiaban de escenario y robaban en domicilios del Port de Pollença.

Estos ladrones altamente especializados siempre perpetraban los golpes a plena luz del día. Previamente se cercioraban de que los moradores no se encontraran en casa. Para ello realizaban labores de vigilancia y llamaban antes al portero automático. Si no había nadie, tenían el camino expedito.

A raíz de los múltiples estragos que cometieron estos delincuentes, la Policía Nacional estableció discretos dispositivos de vigilancia para tratar de atrapar a estos escurridizos ladrones. Así, a finales de marzo, dos de estos ladrones fueron detenidos cuando se disponían a cometer un nuevo robo en un inmueble de Son Rapinya. Se habían desplazado en un coche de alquiler. En el interior del vehículo, los malhechores habían habilitado un escondite en el compartimento del aire acondicionado. Allí ocultaban dinero en efectivo, joyas y las herramientas para cometer las fechorías. Entre estas se encontraban las llaves maestras.

Los investigadores averiguaron entonces que un tercer integrante de la banda se había ido a Madrid. Entonces, agentes del Grupo de Robos de Palma se desplazaron a la capital. Tras diversas gestiones le localizaron y le detuvieron.

A raíz de los arrestos, los investigadores del Grupo de Robos reconstruyeron sus movimientos desde que llegaron a Mallorca y cuál era su 'modus operandi' para cometer las fechorías. Los delincuentes llegaron en enero como turistas y tenían delimitadas de antemano las tareas entre ellos.

Así, en el momento de los robos unos ejercían labores de vigilancia mientras otros perpetraban el robo con fuerza. Mientras, otro se encargaba de alquilar los vehículos con los que se desplazaban. Asimismo, otras personas se encargaban de sacar los bienes sustraídos de la isla con la mayor celeridad posible. De esta manera complicaban que les pudieran intervenir los objetos robados e incriminarles en los delitos. Principalmente sustraían dinero en efectivo, gran cantidad de joyas y otros efectos.

Estos delincuentes tenían una elevada movilidad. De hecho cambiaban de ciudad con mucha frecuencia, cada pocos días, y se relevaban en cada escenario elegido para delinquir. Cuando unos se iban de Palma, otros les sustituían para continuar los robos. Al carecer de antecedentes, eran muy difíciles de detectar.

Para la apertura de las puertas utilizaban preferentemente la técnica del 'impresioning' y otras veces la del resbalón. De esta manera no producían daños en las puertas y eran más difíciles de perseguir. Así actuaron en 25 robos en Palma, aunque en un golpe en el Por de Pollença forzaron la puerta.

La técnica del 'impresioning' es mucho más sofisticada. Permite abrir puertas con doble vuelta de llave. Utilizaban una llave maestra y los ladrones daban otra doble vuelta con ella tras desvalijar el domicilio. Tal y como la encontraron al llegar. Los tres ladrones detenidos carecen de antecedentes en España. Al ser puestos a disposición judicial, se decretó para ellos ingreso en prisión provisional. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.