Un empresario de Palma exigía a su empleado total disponibilidad hacia su exigencias. Pese a ello, solo pagaba al trabajador cuando le iba bien, le coaccionaba e irrumpió en su domicilio sin su consentimiento. La Policía Nacional ha detenido el miércoles a este hombre, de 65 años, por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores y por allanamiento de morada.

Sobre las seis de la tarde de este miércoles, la sala del 091 recibió una llamada para denunciar que una persona tenía serios problemas con su jefe. Este le hacía trabajar sin contrato, le exigía total disponibilidad a todas horas y todos los días de la semana. A pesar de esto, el empresario se dirigía a él con insultos y menosprecios continuos. Tanto la situación como los medios con los que trabajaba el asalariado eran muy precarios.

Cuando el jefe vio que la finca no estaba recogida, estalló en cólera. El patrón y su empleado iniciaron una fuerte discusión y este último decidió esconderse en su casa.

El patrón no respetó este hecho. Tras propinar un fuerte golpe, accedió al interior de la vivienda y se quedó en la zona de entrada. Entre ambos se inició un forcejeo y se rompió el cristal de la puerta de entrada.

A continuación, los agentes de la Policía Nacional detuvieron al patrón por un presunto delito de coacciones, allanamiento de morada y contra los derechos de los trabajadores.