Una mujer se enfrenta a una petición fiscal de cuatro años de prisión por gastar 82.381 euros de la empresa de Palma para la que trabajaba en gastos personales. La procesado aprovechó su cargo de de responsable de administración para utilizar las tarjetas bancarias y dinero en efectivo de la empresa en numerosas compras de todo tipo. También realizó reintegros en cajeros automáticos y giraba facturas personas a la sociedad. La mujer está acusada de estafa, falsedad y apropiación indebida.