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Espionaje a una mujer en Mallorca

El expresidente de Panamá, a los espías de su novia en Mallorca: «Es la prueba de fuego para saber si es una mujer seria o una guarra»

La Guardia Civil sitúa al expresidente panameño en la cúspide de la trama para vigilar a su novia durante su estancia en Mallorca en 2020 - El político presuntamente financió la operación, facilitaba información a los vigilantes y daba órdenes

Ricardo Martinelli, en una playa de Panamá el pasado mes de enero.

Ricardo Martinelli, de 70 años, expresidente de Panamá e investigado por encargar la vigilancia a una mujer en el verano de 2020 en Mallorca, lo que ha llevado a la detención de cuatro guardias civiles y otros dos hombres, estaba en la cúspide de la trama, según los investigadores del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil. El exmandatario presuntamente financió desde Panamá la operación de espionaje, facilitó información a los detenidos y les daba órdenes. En un momento dado instó a los vigilantes a que abordaran a la víctima para tratar de mantener relaciones sexuales con ella: «Es la prueba de fuego para saber si es una mujer seria o una guarra». A lo que uno de los detenidos responde: «Todo por la patria».

El análisis de los mensajes de Whatsapp que el expresidente panameño intercambió con los encargados de la vigilancia sitúa a Martinelli en la cúspide de la operación. En un escalón inferior estaría Mario E.G, propietario de Group Kougar, la supuesta empresa de seguridad contratada para el espionaje, y uno de los guardias civiles. El resto de los implicados estarían subordinados a ellos.

Los mensajes descubiertos en los teléfonos intervenidos a los detenidos revelan que Martinelli pagó a los vigilantes mediante transferencias a una empresa de la mujer de Mario E.G. También les autorizaba a los gastos, como cenas o el alquiler de una embarcación. El mandatario, que permanecía en Panamá, les envió fotos de la mujer a la que debían seguir y les facilitaba información sobre las salidas de ella en Mallorca. También les daba órdenes, como que intentasen mantener relaciones con ella para poner a prueba su fidelidad. En otra ocasión, cuando identifica a uno de sus acompañantes, les advierte: «Ojo con ese que se la follaba». Uno de los vigilantes le responde: «¿Procedemos a golpearle?». Martinelli contesta: «Mario tú sabes cómo hacer las cosas».

Los cuatro guardias civiles detenidos por el espionaje a una mujer en Mallorca pasan a disposición judicial

Los cuatro guardias civiles detenidos por el espionaje a una mujer en Mallorca cuando pasaron a disposición judicial G. Bosch

Durante los registros practicados esta semana por los agentes del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil en los domicilios y taquillas profesionales de los implicados han aparecido diversos efectos, como libretas con anotaciones en las que se da cuenta de las horas invertidas en los seguimientos y los pagos a los vigilantes.

En uno de estos domicilios la Guardia Civil intervino cuatro pistolas, una escopeta y una carabina. Los agentes destacan que una de las armas tenía balas en la recámara. Los guardias encontraron también una baliza GPS, que podría haber sido colocada en el coche de la mujer para asegurar los seguimientos. De hecho, en los mensajes que intercambiaron los sospechosos se refieren a este dispositivo como «la mosca», y refieren las dificultades para colocarlo, y luego para recuperarla.

Estas vigilancias se prolongaron desde el 8 de julio de 2020, pocos días después de la llegada de la mujer a Mallorca, al menos hasta el 2 de agosto, y se extendieron a la casa de la familia de la víctima, en Marratxí, y otros domicilios de sus amigos en Calvià y Andratx. Incluso la habrían seguido a bordo de una zódiac cuando ella embarcó en un yate. Los investigadores destacan también que los sospechosos se habrían valido de sus conocimientos como guardias civiles para estas vigilancias.

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