La mujer que fue objeto de espionaje durante el verano de 2020 por la banda presuntamente financiada por su pareja, el expresidente panameño Ricardo Martinelli, llegó a presentar tres denuncias distintas en Mallorca por el acoso que venía sufriendo.
En estas denuncias, la mujer llegó a identificar al organizador de la operación de espionaje, Mario E.G., al que había conocido previamente. Se había presentado como «militar de las fuerzas especiales de España» y que le había ofrecido sus servicios como guardaespaldas.
La víctima detectó a los pocos días de llegar a España procedente de Estados Unidos en julio de 2020 que estaba siendo seguida por varias personas, y que le habían fotografiado junto a sus amigos, incluidos dos menores de edad. En una ocasión, según expuso en la denuncia, sorprendió a uno de los individuos en la urbanización en la que residía, y él se identificó con una placa de la Guardia Civil. La mujer añadió que había estado a punto de sufrir un accidente de tráfico a consecuencia de la persecución de que era objeto. Sus acosadores, dijo, paraban el tráfico, circulaban por zonas prohibidas y llegaron a usar un vehículo oficial de la Guardia Civil.