Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Palma Aquarium paga 300.000 euros a la familia de una ahogada en un curso de buceo

La acusación particular pidió el archivo tras alcanzar un acuerdo extrajudicial

Un visitante buceando con rayas en la piscina del Palma Aquarium. B.RAMON

Palma Aquarium ha indemnizado con más de 300.000 euros a los familiares de una mujer de 47 años, que falleció ahogada cuando participaba en un bautismo de buceo con rayas en una piscina de las instalaciones. Tras alcanzar un acuerdo extrajudicial entre las partes, una vez que las aseguradoras se hicieron cargo de esta suma, la acusación particular, ejercida por el letrado barcelonés Xavier Soler en representación de la familia de la víctima, remitió un escrito el pasado lunes al Juzgado de lo Penal número 3 de Palma en el que pidió el archivo de la causa. La Fiscalía, por su parte, no había formulado acusación alguna. El juicio estaba señalado para el próximo mes de junio.

Los hechos ocurrieron el 24 de julio de 2018 en el Palma Aquarium. Una familia de visitantes, procedentes de Barcelona, se decidió a tomar parte en un bautismo de buceo con rayas en una piscina de apenas dos metros de profundidad. Solo había un monitor para atender a los visitantes en lugar de los dos preceptivos para que cada persona cuente con un instructor que le atienda.

La familia carecía de experiencia en el submarinismo y decidió tomar parte en un bautismo de buceo en una piscina con animales marinos. En concreto se trataba de rayas. Al parecer, entre las explicaciones que recibieron, el monitor no les indicó el protocolo que debían seguir en caso de pérdida del regulador.

La hija de la fallecida, acompañada por su pareja, realizaron una primera inmersión. La joven se percató entonces de que el regulador de aire de la botella planteaba problemas para sujetárselo a la boca. Para evitar que se le soltara, se tuvo que ayudar de la mano. La actividad se prolongó durante unos diez minutos sin que hubiera que lamentar ningún incidente más.

A continuación, tras salir la hija y su pareja de la piscina, se metieron en el agua con las rayas la fallecida y su pareja. Este presentaba una discapacidad en una pierna, con problemas de movilidad. Para llevarla a cabo intercambiaron las botellas de oxígeno y los reguladores.

En primera instancia descendió por la rampa de acceso el hombre, en una suerte de isla instalada en la piscina. El monitor se acercó a él para que probara el equipo. Acto seguido hizo otro tanto con la mujer.

Al cabo de unos minutos, el hombre expresó al monitor su deseo de abandonar la actividad. El instructor le quitó el cinturón de plomos y le acompañó a la superficie, al borde de la piscina. Aunque la pareja de la víctima se movió a trompicones por su discapacidad en una pierna. Ella se quedó un momento a solas en el fondo.

Seguidamente, el monitor trató de proseguir el bautismo de buceo con la mujer. En ese preciso instante, el visitante se deslizó por la rampa con el chaleco inflado y quedó flotando sin control en el agua.

En lugar de ascender a la superficie con la víctima, el instructor la dejó en el fondo mientras trataba de sacar del agua al hombre. La mujer tuvo en esos momentos problemas con el regulador. Lo perdió y se mostró incapaz de alcanzarlo. Tampoco pudo quitarse el cinturón de plomos que le lastraba hacia abajo, al desconocer cómo hacerlo.

«La situación de agonía y nerviosismo era máxima», precisó la acusación particular en su escrito presentado al juzgado palmesano. «De forma desesperada, incluso se arrancó la máscara facial», indicó.

Lastrada al fondo

Desde fuera de la piscina, la hija dio la voz de alarma al presenciar cómo su madre se estaba ahogando en el fondo. Su pareja y el monitor de buceo se zambulleron rápidamente. Tras quitarle el cinturón de plomos, le inflaron el chaleco para que ascendiera y la sacaron a la superficie.

La mujer ya presentaba entonces claros síntomas de ahogamiento. No paró de vomitar agua hasta que perdió la conciencia. El monitor y el yerno de la víctima comenzaron a practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar. Una ambulancia del IB-Salut acudió al lugar y un facultativo prosiguió con los estímulos. La víctima fue trasladada a Son Espases, pero no pudo remontar la gravedad de su situación. Siete días después, falleció en el centro sanitario.

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