Bashkim Osmani sostiene que su único pecado es ser millonario. El presunto capo de la red mafiosa acusado de blanquear grandes cantidades de dinero en Mallorca aseguró anteayer ante la jueza de Palma que toda su fortuna procede de negocios legales. En su declaración judicial, en la que solo respondió a preguntas de su abogado y tras la que fue encarcelado, se presentó como un empresario de éxito con una larga trayectoria y negó cualquier vínculo con actividades criminales. El fiscal, en su informe, apunta a ingresos de importantes cantidades de dinero como operaciones de blanqueo, según han explicado fuentes del caso.
Durante su comparecencia ante la titular del juzgado de instrucción número 2 de Palma, encargada de la investigación, el sospechoso, kosovar de 56 años, se mostró sereno y contundente pero enfadado ante las graves acusaciones que pesan sobre él. Con el caso todavía bajo secreto de sumario, Osmani no quiso contestar ni a la magistrada ni al fiscal Anticorrupción, Juan Carrau, aunque sí declaró a las cuestiones de su letrado, Jaime Campaner. En su declaración se remontó a los años 80, cuando él y sus hermanos se trasladaron a Alemania, para explicar que lleva décadas al frente de varios negocios legales que le reportan enormes beneficios y que le han permitido amasar una considerable fortuna. Osmani detalló que tiene la cadena de hoteles BO, con tres establecimientos en el casco antiguo de Palma, Hamburgo (Alemania) y Porec (Croacia) y los restaurantes Ritzi en Puerto Portals (Calvià) y la ciudad croata. El hombre aseguró que son negocios de éxito que le han permitido levantar un pequeño imperio, y adquirir su mansión en Andratx, valorada en más de cinco millones de euros. Sus empresas dan trabajo a unas 500 personas, 70 de ellas en Mallorca. Las cuentas de estos negocios han sido bloqueadas tras su arresto hace dos semanas para tratar de evitar fugas de capitales, según confirmaron las mismas fuentes.
Osmani alegó también que tiene arraigo en la isla, donde reside habitualmente con su familia. Sin embargo, la jueza considera que el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas es elevado, por lo que acordó su ingreso en prisión provisional sin fianza por delitos de organización criminal y blanqueo. Aunque la investigación apunta a que el dinero procedía del narcotráfico, no pesa sobre Osmani ninguna imputación por asuntos de drogas.
Entre los indicios aportados por los investigadores, reflejados en el informe de la Fiscalía, figuran ingresos de considerables cantidades de dinero en efectivo en sus cuentas corrientes cuyo origen no está claro.
