La Sección Tercera dela Audiencia de Zaragoza ha impuesto en sentencia 34 años de cárcel en total a los autores del conocido como crimen del Badoo, en el que un empresario vasco fue golpeado y enterrado vivo, hasta producirle muerte, en un paraje apartado de Pedrola, en el año 2019. La sentencia considera que Hendangeline Candy Arrieta, alias Dulce Ángel, y Mohamed Achraf son responsables de asesinar, torturar, robar y retener en contra de su voluntad a José Antonio Delgado, de 54 años.

La resolución se basa en el veredicto que el jurado popular pronunció el pasado viernes e impone, respetivamente, a ambos acusados 25 años de prisión por asesinato, 6 por detención ilegal (secuestro) y 3 por estafa.

Los imputados se enfrentaban a una pena máxima de 35 años que solicitó la acusación particular, ejercida en nombre de la familia por la penalista bilbaína Estefanía Rojo. La fiscala Ana Díez pidió 32 años, así como una indemnización de 276.843 euros para los familiares (padres, hijo y dos hermanos) del informático asesinado. Exigieron, además, cinco años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a la familia del asesinado o a Luceni, lugar en el que secuestraron a la víctima, durante 25 años. El otro letrado personado en la causa, Juan José Serra, que representó al matrimonio que adquirió el vehículo y adelantó 11.000 euros en metálico, de los 21.000 en total, pidió 3 años de cárcel por estafa y la devolución de esa cantidad.

Frente a esta posición estuvo la de las defensas, ejercidas por los abogados Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, acabaron solicitando las penas mínimas: 20 años por asesinato, dos por robo, dos por detención ilegal y seis meses de cárcel por estafa.

Un resultado al que llegaron los miembros del jurado, presidido por el magistrado de la Audiencia de Zaragoza Mauricio Murillo, tras once horas de deliberación. Suscribieron la investigación realizada por la Guardia Civil que concluyó que el 6 de septiembre de 2019 el informático vecino de Gecho llegó a la estación de Luceni, donde había acordado verse con Dulce Ángel, quien la embaucó en la red social de contactos Badoo. Viajó hasta allí en su vehículo de alta gama.

Confiado porque Hendageline Candy Arrieta era la chica que había conocido en las redes, fue abordado por Mohamed Achraf, de forma sorpresiva, lo golpeó, redujo e inmovilizó con el afán de sustraerle los efectos personales y el Mercedes 220. Fue golpeado, reducido e inmovilizado, mientras fue llevado a la nave del número 9 de la calle Plátano de Pedrola, donde vivía la pareja y tenían un taller. Fue su centro de torturas.

El jurado considera que ambos exigieron a José Antonio Delgado que les proporcionara sus claves personales para poder acceder a cajeros automáticos con sus tarjetas bancarias. Al negarse fue golpeado con objetos contundentes y se le intimidó y amenazó hasta que proporcionó a los acusados sus claves personales. En paralelo, Mohammed Achraf se llevó el vehículo a la localidad de Alagón donde lo aparcó al final del día 6 de septiembre o madrugada del 7 para luego ponerlo a la venta en Milanuncios.com

Ninguna duda tienen, de hecho votaron por unanimidad, que José Antonio Delgado recibió golpes en cabeza y tórax con un objeto contundente compatibles con una muerte lenta, estando sujeto con bridas y sin poder defenderse. "Ambos acusados, o uno de ellos con la anuencia del otro, fueron quienes golpearon a la víctima", señalan.

Después de la tortura fue introducido, desnudo, en el interior del maletero y se lo llevaron al Barranco del Lobo, en el término municipal de Pedrola. Cavaron una fosa y le enterraron a continuación, aun estando vivo, pero en un más que probable estado límite de agonía.

La acusada no estaba coaccionada

Según los fundamentos de derecho de la sentencia, "ha existido prueba de cargo suficiente practicada en el juicio oral para tener por desvirtuado el derecho constitucional a la presunción de inocencia". Asimismo, establece que mantenían una relación sentimental, que la acusada no estaba coaccionada cuando se cometieron los delitos y que estaban de acuerdo para actuar como lo hicieron.

El ponente también considera que existió ánimo de lucro en el delito de robo con violencia por cuanto se comprueba que el vehículo de la víctima, un Mercedes de color rojo, fue puesto a la venta el mismo día de los hechos, en la página web de Mil Anuncios. Además, recoge que "se exigió a la víctima que proporcionara los números clave para poder acceder en cajeros automáticos a los saldos de su cuenta o cuentas bancarias, dato indicativo de que se encontraba plenamente consciente, pues, si no, no habría sido posible".

En el delito de detención ilegal, el magistrado argumenta que ha quedado acreditado que desde el día 6 hasta el 8 de septiembre la víctima estuvo retenida, lo que queda demostrado por la pulsera de posicionamiento Cometa que llevaba el acusado Mohamed Achraf, que le ubicaba el día 8 en dos ocasiones en el lugar donde apareció el cadáver de la víctima, "y por cuanto la data de la muerte, según la prueba pericial forense, permite datar la fecha de la muerte en esa misma fecha".

En cuanto al asesinato, con las circunstancias de alevosía y ensañamiento, "el elemento objetivo del injusto queda perfectamente claro, y en el elemento subjetivo del injusto o dolo debe inferirse que las gravísimas lesiones que se infligen a la víctima, al romperle nueve costillas, unidas a las que tenía en la cabeza, son compatibles con una muerte lenta", como confirma la autopsia.

Por lo que respecta a la estafa en la venta del vehículo de la víctima, la resolución señala que ha quedado demostrado el engaño para la obtención de 11.000 euros del comprador.

Sentencia pendiente

El jurado también valoró la autopsia realizada por los forenses José Manuel Arredondo y Salvador Baena y que determinó que José Antonio Delegado fue salvajemente agredido, con dos grandes focos contusivos: traumatismo craneal muy doloroso, efectuado con objeto tipo herramienta de peso ligero o moderado muy manejable, y traumatismo torácico (nueve costillas fracturadas) efectuado con objeto contundente de unos 20 centímetros de longitud muy manejable. Falleció por fracaso respiratorio, shock hemorrágico por el hemotórax y el hemoperitoneo y hallaron tierra en faringe, laringe, esófago y estómago, "síntoma inequívoco de intento de supervivencia".

No fue la única víctima de la banda del Badoo. Hendangeline Candy Arrieta y Mohamed Achraf están a la espera de conocer la sentencia del juicio de la semana pasada por el robo violento que sufrió un vecino de La Almunia de Doña Godina y en junio volverán a sentarse en un banquillo por emplear el mismo modus operandi con un vecino de Tudela.