La Consejería de Educación de Valencia ha activado el protocolo de protección, acompañamiento y defensa jurídica gratuita a un docente de un centro de Secundaria que la semana pasada fue agredido por un grupo de alumnos, al recriminarles su actitud LGBIfóbica, como respuesta a dos alumnas que el día anterior habían mostrado en el patio las banderas multicolor y la trans. Al menos una decena de estudiantes han sido expulsados del centro.

Los hechos ocurrieron en un centro público de Camp de Túria. Según detalla la conselleria, el centro notificó los incidentes y, por esto los especialistas de prevención han activado el protocolo de denuncia y acompañamiento al profesor, víctima de ataques durante su función docente.

Además, también se ha puesto en marcha la Unidad de Especializada de Orientación (UEO), que trabaja junto al centro para "implantar las acciones de sensibilización adecuadas a nivel de centro". Asimismo, la inspección educativa también asesora al equipo directivo.

El docente recibió insultos homófobos y proclamas de extrema derecha en el patio

Según ha podido saber Levante-EMV, diario que pertenece a este mismo grupo, los hechos ocurrieron la semana pasada. Dos alumnas grabaron en el patio del centro un vídeo para redes sociales con sendas banderas LGTBI y trans. Al día siguiente, como reacción a esto, un grupo de alumnos mostró banderas de España en el patio.

El docente de guardia que intervino ante el revuelo, fue agredido por este grupo de estudiantes, según las mismas fuentes, tanto verbal como físicamente, en un linchamiento con insultos homófobos y proclamas de extrema derecha en el patio.

Como respuesta a esto, el profesorado hizo una protesta en apoyo al docente agredido y, esta semana un grupo de estudiantes -que ya supera la decena- ha sido expulsado, si bien este periódico no ha podido confirmar el número concreto ni si el centro estudia emprender más acciones, pues hoy ha convocado un claustro docente extraordinario.

Las medidas sobre el alumnado se van tomando según avanza la identificación de los estudiantes implicados, la mayoría de 2º y 3º de ESO, apuntan fuentes consultadas por este periódico.

"Respeto y tolerancia como base"

En un comunicado hecho en un primer momento, el centro recordaba que siempre se ha caracterizado por "el respeto y la tolerancia como base", y ponía en valor "el profesorado como referente dentro del centro educativo.

Asimismo, pedía colaboración a las familias, instándolas a que reflexionaran en casa sobre lo ocurrido. "Os pedimos que colaboréis en la concienciación de vuestros hijos e hijas sobre la necesidad de acatar las normas del centro y sobre la importancia de la autoridad del profesorado y el equipo directivo".

El centro pide a las familias que reflexionen con sus hijos e hijas sobre lo ocurrido

Por último, el escrito también recordaba la necesidad de hacer un buen uso de las redes sociales y se indicaba que ciertos malos comportamientos en las aulas "pueden acabar en delitos de responsabilidad judicial".

Como también ha confirmado este periódico, el instituto juntó ayer la comisión de convivencia del consejo escolar del centro, para estudiar también las medidas oportunas, ante unos hechos que se consideran de "enorme gravedad" y sobre los que, al parecer, se aplicarán las sanciones máximas (que sería la expulsión de 30 días, aunque no del centro), además de trabajar la tolerancia en las aulas.

Por otro lado, desde el ampa apoyan al equipo directivo y a la persona afectada. "Apoyamos totalmente la decisión tomada por el centro. Para el profesorado debe haber sido muy difícil, sobre todo para la persona afectada, y creemos que se tienen que tomar medidas contundentes y evitar que un hecho así vuelva a pasar, es intolerable, como no puede ser de otra manera".