Las concentraciones masivas de motoristas y las malas prácticas en la Serra de Tramuntana están en el punto de mira. La Guardia Civil ha intensificado los controles, en colaboración con las distintas policías locales de los ayuntamientos afectadas. En muchos casos, esta masificación tiene un impacto negativo en los residentes.

El impacto es especialmente acusado los fines de semana. La conducción temeraria, el exceso de velocidad y la contaminación acústica se multiplica por múltiples rincones de la Serra. Así, el pasado fin de semana la Guardia Civil controló 108 vehículos, 90 de ellos motos, e interpusieron 30 denuncias. Una veintena por exceso de velocidad y otras por no tener retrovisores o carecer de permiso de conducir.