Un hoguera de madrugada en una sucursal bancaria okupada de Palma desató ayer la alarma en el vecindario. Una patrulla policial forzó la puerta y se encargó de sofocar el fuego antes de que las llamas se extendieran al edificio colindante y causara mayores destrozos.

Los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada de ayer en una sucursal bancaria situada en la confluencia de la calle Ramiro de Maeztu con Sant Ferran. El calor y una cortina de humo alarmó a los residentes.

Tras avisar a los servicios de emergencia, dotaciones de la Policía Local de Palma, cuyo cuartel se encuentra a pocos metros de distancia, y una patrulla de la Policía Nacional acudieron al lugar. Estos últimos se encargaron de forzar la puerta para sofocar el fuego. El ruido y las molestias por las continuas fiestas nocturnas los jóvenes okupas han enervado al vecindario.