El narcotráfico no entiende de crisis. Pese a las constantes operaciones antidroga desarrolladas por la Policía Nacional y la Policía Local de Palma a lo largo del año pasado, los investigadores han constatado un incremento en la distribución de estupefacientes durante las fiestas de Navidad, cuando los clanes que se dedican al menudeo llegan a duplicar las ventas.
Los investigadores de la Policía mantienen vigilancias constantes sobre los puntos sospechosos de dedicarse al narcotráfico, repartidos por toda la geografía de la ciudad. Y han constatado un notable aumento de la afluencia de compradores durante las pasadas fiestas. Se trata de un fenómeno que se repite año tras año. Ni siquiera las severas restricciones a la movilidad impuestas en 2020 para frenar la expansión del coronavirus afectó a la actividad de los narcos.
Un cálculo aproximado realizado por veteranos agentes de Policía apunta a que los puntos de venta duplican su negocio durante las fiestas navideñas, sobre todo en lo que se refiere al tráfico de cocaína, pero también las drogas de diseño, así como los derivados del cannabis.
Y todo ello pese a la presión que los grupos de investigación de la Policía ejercen sobre los grupos de narcotraficantes.
El Grupo II de Estupefacientes de la Policía Nacional, especializado junto a un equipo de la Policía Local de Palma en combatir las actividades de las organizaciones de que se dedican a la venta de droga directa a los consumidores, llevó a cabo el año pasado más de cincuenta grandes operaciones antidroga, lo que supone un récord para la unidad. Se trata del tercer año seguido que este grupo supera sus propios registros.
En total fueron arrestados más de cien sospechosos y se intervinieron cuatro kilos de cocaína, otros dos de cocaína rosa, dieciséis kilos de drogas de diseño, más de 500 kilos de marihuana en cogollos, cuatro toneladas de hachís y 130.000 euros en metálico.
Una parte importante del trabajo de este grupo de policías se centró en el desmantelamiento de plantaciones de marihuana. En total se incautaron más de 5.000 plantas a lo largo del año pasado. El valor en el mercado negro de la droga intervenida por los agentes de la Policía Nacional en colaboración con la Policía Local supera los treinta millones de euros.
Entre las intervenciones más destacadas llevadas a cabo el año pasado por el Grupo II de Estupefacientes y la Policía Local estuvo la operación Krepis, contra el tráfico al menudeo en la calle y en diversos locales de Son Gotleu. Los agentes habían sometido a vigilancia varias calles de la barriada y habían identificado a una decena de personas, la mayoría de nacionalidad nigeriana, que se dedicaban a la venta de droga al menudeo. En la tarde del pasado 6 de octubre, un gran contingente policial, en el que participaron tanto los agentes del Grupo II como la Policía Local y efectivos de Seguridad Ciudadana, tomaron varias calles de la barriada y sorprendieron a los camellos. Durante varias horas los investigadores estuvieron recogiendo bolsitas de droga de los escondrijos más insospechados, desde las ruedas de coches hasta debajo de los adoquines. Hubo una decena de detenidos.
Durante el año el grupo policial actuó en decenas de puntos de venta de droga repartidos por toda la ciudad. También desmanteló varias plantaciones de marihuana con 5.000 plantas. A finales de octubre irrumpieron en un gran secadero de esta droga en San Jordi, donde incautaron unos 400 kilos de cogollos. En julio arrestaron a dos sospechosos con una partida de 21.000 pastillas de éxtasis y varios kilos más de drogas sintéticas, destinadas a fiestas ilegales en toda Mallorca. A mediados de ese mes se incautaron de otros tres kilos de drogas sintéticas en un piso de El Terreno. El año pasado fueron desmanteladas también dos bandas que distribuían droga a domicilio. Una de ellas utilizaba mochilas de una conocida empresa de reparto de comida.
