Caso Abierto - Diario de Mallorca

Caso Abierto - Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribunales

Piden 10 años de cárcel por secuestrar y apalear a un joven que robaba marihuana en Algaida

La víctima asegura en el juicio que el acusado lo ató a un árbol, le pegó con un palo y una catana y amenazó con pegarle fuego mientras le mostraba un bidón de gasolina - El sospechoso niega todas las acusaciones

El acusado, durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma.

La fiscalía pide una condena de 10 años de cárcel para un hombre acusado de secuestrar y apalear a un joven al que sorprendió robando marihuana en su finca en Algaida. «Me ataron con bridas a un árbol, me pegaron con palos de madera y me amenazaron con una catana. Sacó un bidón de gasolina y pensé que iba a pegarme fuego», declaró en el juicio la víctima, que admitió haber entrado en el terreno para sustraer droga y se enfrenta a una petición de un año y medio de prisión. El principal acusado, imputado por detención ilegal, lesiones y tráfico de drogas -tenía 33 kilos de marihuana- negó en su declaración todos los cargos y afirmó que el chico entró herido en su propiedad y que se limitó a consolarlo porque estaba muy afectado.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2017, de madrugada, en una finca rústica del término municipal de Algaida. El joven contó que conoció a un grupo de personas en Palma, que le llevaron hasta el terreno del acusado porque sabían que tenía una importante cantidad de marihuana. Según relató, cuando accedió al lugar llevaba un cuchillo y un saco para llevarse el cannabis. «Iba drogado y salieron cuatro o cinco personas». «Me arrastraron hasta la puerta, me ataron las manos con bridas y me pegaron con palos de madera y una catana», contó. De acuerdo con su versión, el único procesado por estos hechos llevaba la voz cantante. «Este hombre quería quitarme de en medio. Me ataron a un árbol y sacó un bidón de gasolina. Me dijo que me iba a quemar. Yo estaba desangrándome», narró. El joven afirmó que estuvo «media hora» retenido hasta que le dejaron irse. «Un repartidor de periódicos me encontró y avisó a la Guardia Civil. La víctima presentaba graves lesiones y precisó asistencia médica.

El acusado, por su parte, negó haber agredido al joven. Aseguró que aquella noche oyó ladrar a sus perros y cuando salió de la casa se topó con el intruso. «Llevaba una brecha en la cabeza y estaba drogado. Me dijo que le habían obligado a entrar». El hombre explicó que le dio un cigarrillo y lo consoló. «Estuvimos hablando. En ningún momento lo até con bridas ni le agredí», señaló.

Los guardias civiles que investigaron el caso dijeron que el sospechoso llevaba «un poco de sangre en el pantalón» cuando lo arrestaron. En la finca se encontraron 29 plantas de marihuana y en otro domicilio, cinco cajas con un total de 33 kilos de cannabis, valorados en 183.000 euros. El acusado negó en el juicio haberse dedicado a la venta de drogas y explicó que había registrado una asociación de consumidores de cannabis, pero que no llegó a funcionar por los continuos robos que sufría. El caso quedó visto para sentencia.

Compartir el artículo

stats