Los actuales propietarios del negocio de compraventa de coches situado en el número 32 de la calle Manuel Azaña, en Palma, no están implicados en la estafa investigada por la Policía Nacional. Los tres detenidos en la operación son los antiguos propietarios del establecimiento y uno de sus trabajadores, que dejaron el local hace unas semanas y a los que los investigadores atribuyen un fraude de 75.000 euros con diversas irregularidades.

Los sospechosos, imputados por estafa y grupo criminal, son la dueña de la empresa, llamada Mundo Cars, su marido y un empleado. Fueron detenidos a principios de esta semana tras la avalancha de denuncias recibidas por la Policía Nacional sobre diversos fraudes cometidos en la compraventa de automóviles. El negocio estuvo operativo en la calle Manuel Azaña durante varios meses, pero los acusados dejaron el local hace un tiempo y ahora siguen actuando a través de Internet, según han confirmado fuentes policiales.

Otro empresario, ajeno completamente a la estafa, lleva a cabo ahora la misma actividad en el local bajo otro nombre comercial.