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Investigación judicial

El juez imputa a un sospechoso por el asesinato de Helena Jubany

La familia de la víctima ha presentado una nueva prueba que el juez considera "novedosa, útil y relevante", y permite abrir nuevas diligencias

Helena Jubany.

El titular del juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell, Juan Díaz Villar, acordó este miércoles practicar nuevas diligencias sobre el caso del asesinato de la joven bibliotecaria Helena Jubany en 2001 y ha citado a declarar como imputado a un sospechoso, X. J. M., a raíz de un correo que remitió a la víctima. La fecha del interrogatorio se fijará cuando se aporte un informe caligráfico sobre la letra de unos anónimos recibidos por la víctima, que fue encontrada muerta el 2 de diciembre del 2001.

El juez ha trasladado un informe pericial aportado por la acusación particular a la policía que investiga el disco duro del ordenador de Jubany. También ordena hacer una comparativa caligráfica entre la letra del sospechoso ahora investigado y los manuscritos que recibió la víctima en su día.

El juez asegura en su auto que hay nuevos elementos de prueba para reabrir el caso ( faltan pocos meses para la prescripción del delito por el paso del tiempo), después de que la familia de Jubany advirtiera en un informe pericial de que X. J. M. envió un correo electrónico a la víctima el 17 de mayo de 2001, hecho que el togado cosidera "novedoso, útil y relevante", ya que este documento no constaba en la causa.

"El contenido del correo electrónico presenta una conexión clara y directa con el texto del anónimo recibido por Helena Jubany, el 9 de octubre de 2001, y que está vinculado (por la presencia de las benzodiacepinas en el zumo de naranja) con su muerte", añadió.

El juez detalla que en el correo electrónico, además, se hacía referencia a dos elementos que también aparecían en el texto anónimo, y considera que "la coincidencia podría no ser casual".

Así, en la primera nota anónima se adjuntaba una horchata –bebida que X. J. M. sabía que gustaba a la víctima–, y en el segundo anónimo se hacía referencia a futuras excursiones de la Unió Excursionista de Sabadell (UES) y al perfeccionamiento de inglés, cuestiones que formaban parte de conversaciones entre el imputado y la víctima.

Tras el segundo anónimo ("una suerte de acertijo con pistas para que la joven pudiera averiguar el autor de este y del anterior), Jubany comentó con una amiga que sospechaba del investigado, y el juez sostiene que "el correo electrónico aportado es un indicio nuevo y relevante para poder concluir" de forma provisional e indiciaria "que el investigado podría haber redactado o dictado el contenido de, por lo menos, el segundo anónimo". Por este motivo, procede a atribuir a X. J. M la condición de investigado en la causa y acuerda citarlo a declarar en un futuro. La joven bibliotecaria fue hallada muerta después de ser lanzada al vacío en un patio interior, desnuda y con varias quemaduras en el cuerpo.

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