La operación Goleta-Gratil, en la que la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera lograron el año pasado capturar el mayor alijo de hachís intervenido nunca por vía marítima (35 toneladas en varios barcos), sigue dando sus frutos. Las investigaciones realizadas en Palma permitieron interceptar la semana pasada en aguas de Cartagena un velero, el Floriana, que acababa de estibar un cargamento de 4.760 kilos de droga. Los investigadores creen que tras esta intervención estaría la misma organización internacional de narcotraficantes, que trata de recomponerse tras los sucesivos golpes policiales.

Según informan fuentes de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional, las investigaciones que han conducido a la captura del Floriana se iniciaron a principios de 2020, con la operación Goleta-Gratil, desarrollada por agentes de los Grupos I y II de Estupefacientes de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera.

Policías y agentes de Vigilancia Aduanera, durante la descarga de la droga en el puerto. | CNP / AGENCIA TRIBUTARIA

En ese momento el Floriana tenía el nombre de Salacia , enarbolaba el pabellón de Países Bajos y tenía su base en Palma. En marzo de ese año los agentes de Vigilancia Aduanera y la Policía capturan la embarcacion Phase One al sur de Mallorca con 4.200 kilos de hachís a bordo. Los investigadores descubrieron que el Salacia estaba en ese momento en aguas de Cabrera esperando al Phase One, y tras su captura se escapó navegando rumbo este. Los agentes llegaron a la conclusión de que su marcha precipitada obedecía a la operación policial, y que probablemente el Salacia pertenecía a la misma organización criminal que el Phase One.

Los propietarios cambiaron el nombre y el pabellón de la nave, en un intento de despistar a los investigadores. Pero el rebautizado Floriana, ahora bajo pabellón polaco, fue localizado hace unas semanas por los funcionarios de Vigilancia Aduanera y la Policía cuando entró de nuevo en aguas de Balears. Desde ese momento fue sometido a un seguimiento constante por medios aéreos y marítimos.

A última hora del pasado 20 de noviembre los medios aéreos del Servicio de Vigilancia Aduanera confirman que dos embarcaciones semirrígidas se aproximan al Floriana, presumiblemente para trasladar un cargamento. En ese momento se moviliza al patrullero Abanto de la Agencia Tributaria para interceptar y abordar al velero.

La operación se lleva a cabo a las dos y cuarto de la madrugada del 21 de noviembre a unas 70 millas al sureste de Cartagena. Los agentes comprueban entonces que llevaba a bordo más de cien fardos de resina de hachís. Son detenidos sus dos tripulantes, de nacionalidad búlgara, como presuntos autores de los delitos de contrabando y contra la salud pública. Los funcionarios toman el control del velero y ponen rumbo a Cartagena.

Una vez en puerto se confirmó que la carga estaba compuesta por 139 fardos, con un peso total de 4.760 kilos de hachís. Toda la operación ha sido supervisada por el juzgado 3 de Eivissa.

Los investigadores creen que detrás de este alijo estaría la misma organización a la que a lo largo de 2020 se le capturaron seis embarcaciones en la operación Goleta-Gratil, con más de 35 toneladas de droga, la mayor intervención de droga por vía marítima de la historia en España.