El derrumbe de un muro en el 151 de la calle Bella Vista, en Costa de la Calma ocurrido la madrugada de este viernes era algo anunciado. Hace unos años ocurrió un colapso prácticamente idéntico al otro lado del edificio. Al igual que ha pasado ahora, el incidente se produjo después de unos días muy lluviosos. "La roca se expande cuando llueve y hace que ceda el muro. Está unido a ella por unas vigas, pero no tiene cimientos", ha explicado el administrador de la finca Antonio Garí. El colapso de esta pared de 15 metros de alto y 20 de ancho no se hizo esperar.

El incidente provocó un monumental susto en el vecindario. Por fortuna la estructura no ha resultado dañada. Así lo ha certificado un arquitecto, que ha examinado la finca. No obstante, un total de 13 vecinos residentes en nueve apartamentos han sido realojados en un hotel de Palmanova. El motivo principal es que las barandillas de las galerías han quedado destrozadas al caerles encima el muro.

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Derrumbe en Calvià Juan Luis Iglesias.

"No volverán a sus viviendas hasta que las barandillas estén aseguradas", ha precisado Garí. Para ello hay que colocar previamente puntales para que se mantengan estables.

"Estaba viendo la televisión y escuché un gran ruido. Me asomé y vi que se había caído el muro de enfrente", ha apuntado Kugies, un vecino alemán del inmueble de la Costa de la Calma. Suele ir a esta, su segunda residencia, cuatro veces al año. En esta ocasión se ha topado con el sobresalto del derrumbe.