Agentes de la Policía Nacional han detenido en Palma a una mujer cubana de 48 años de edad como presunta autora de un delito contra los sentimientos religiosos y lesiones, al acudir a dos centros religiosos en Palma y protagonizar episodios violentos contra los responsables de oficiar el culto. La mujer, que al parecer tiene alteradas las facultades mentales, ha agredido a cuatro personas en distintas iglesias en los últimos días. Tras ser puesta a disposición judicial, el juez le impuso una prohibición de acercarse a las dos iglesias donde ha perpetrado las últimas agresiones

La investigación se inició tras recibir una denuncia que alertaba de episodios violentos hacía una comunidad religiosa, llegando a agredir a dos religiosos. Las agresiones se produjeron en fecha 8 y 12 de noviembre. En la primera un religioso salía de la iglesia de Sant Sebastià, en Palma, y fue abordado por una mujer por la espalda que le propinó varios golpes. El segundo episodio se produjo en otro centro, cuando la mujer accedió al interior y propinó un golpe en la espalda al sacerdote, continuando la agresión contra el mismo.

Los agentes encargados de la investigación pudieron comprobar que había otras dos denuncias, ambas se perpetraron en la misma iglesia, de Sant Sebastià, el 17 y 18 de noviembre. En la primera, una mujer agredió a una feligresa y en el segundo episodio profirió amenazas contra los asistentes, sin poder entrar en el templo.

Los agentes del grupo de investigación de la comisaría de Oeste de la Policía Nacional, al tener conocimiento de los mismos abrió una investigación a fin de esclarecer los hechos punibles, resultando que el pasado viernes por la tarde se procedió a la detención de la mujer como presunta autora de un delito contra los sentimientos religiosos y lesiones.

Los hechos vienen aconteciendo desde el año 2018, cuando la presunta autora acudía a diversos centros religiosos a fin de enfrentarse verbalmente a los encargados de oficiar el acto, así como a feligreses, llegando a agredir a personal religioso sin motivos aparentes, profiriendo amenazas e interrumpiendo los actos, así como también romper los carteles informativos existentes, motivando que la mujer ya fuera detenida en varias ocasiones.

Los agentes han contabilizado un total de 33 denuncias, en la que la presunta autora habría protagonizado actos vandálicos en centros vinculados con una confesión religiosa, ya sea en templos, centros docentes o residencias, llegando a agredir y proferir amenazas tanto a religiosos como a feligreses. Tras ser puesta a disposición judicial, el juez le impuso una orden que le prohíbe acercarse a las dos iglesias donde ha cometido las últimas agresiones.