Dos de los acusados de quedarse con el dinero de las pólizas de seguros de 35 clientes de su correduría admitieron ayer los hechos juzgados, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, pero insistieron en que no decidían los pagos.

En el juicio celebrado ayer, tres empresarios declararon sobre su implicación en los hechos en los que la Fiscalía sostiene que, a través de una correduría de comercio que llevaba funcionando muchos años, dando así apariencia de seguridad y confianza, concertaron pólizas de seguros con 35 clientes sin liquidarlas a las aseguradoras, incorporando ese dinero a su propio patrimonio.

El primer acusado reconoció los hechos, que tuvieron lugar entre 2012 y 2014, porque formaba parte del consejo de administración de la empresa, pero indicó que devolvió las cantidades a los perjudicados. «Yo pensaba que se iban cumpliendo los plazos, pero al cabo de un año y pico me llegó a través de un cliente que no se estaban haciendo», explicó.

En definitiva, se les imputa a los tres un presunto delito continuado de apropiación indebida con una agravante de aprovechamiento de la credibilidad empresarial. El juicio quedó visto para sentencia.