Un hombre ha aceptado una condena de seis años y un día de cárcel por traer a Mallorca tres kilos de cocaína. El traficante había recogido la droga en Linares (Jaén) y la llevaba escondida en el doble fondo de un coche para entregarla en la isla a una banda de narcos. Hoy, en la Audiencia de Palma, ha reconocido los hechos y se ha declarado autor de un delito contra la salud pública tras el acuerdo alcanzado entre su abogada y el fiscal. El pacto incluye una multa de 250.000 euros.

El procesado llegó al puerto de Palma a primera hora de la mañana del pasado 23 de marzo en un ferri procedente de Valencia. Desembarcó al volante de un Peugeot 206 y se topó con un control de la Guardia Civil. Un perro especializado en la detección de estupefacientes inspeccionó el vehículo y marcó como sospechosa la zona del maletero.

Los agentes llevaron a cabo entonces un minucioso registro y encontraron un doble fondo en el maletero. Había ocho paquetes con un total de tres kilos de cocaína. El conductor, que llevaba consigo 2.500 euros, un GPS y un ordenador, fue detenido e ingresó en prisión por orden judicial. Las pesquisas posteriores revelaron que había recogido la droga en Jaén para traerla a la isla y entregarla a un grupo de traficantes.

La fiscalía le acusó de un delito contra la salud pública y solicitó una condena de ocho años de prisión y una multa de 250.000 euros. El ministerio público y la defensa han alcanzado hoy un acuerdo de conformidad y la pena ha quedado rebajada finalmente hasta los seis años y un día de cárcel. "Traía eso y me arrepiento", ha declarado el acusado en su derecho a la última palabra.