La Audiencia Provincial de Palma se blinda mañana jueves ante la celebración de la vista previa del juicio con mayor número de acusados por tráfico de drogas. Hasta 72 procesados está previsto que comparezcan en esta vista previa. El fiscal pide para todos ellos penas que suman casi 500 años de prisión por presuntos delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas. La Policía Nacional ha extremado las medidas de seguridad y prepara un férreo dispositivo para atajar expeditivamente el menor atisbo de incidente que pudiera darse.
Cuatro clanes de Son Banya se verán las caras durante la que se prevé que sea una tensa sesión. Solo en el improbable caso de que se alcanzara un acuerdo de conformidad se llevaría a cabo el juicio. De lo contrario, se señalará una fecha para su celebración.
Los clanes de la droga que se han visto involucrados en este proceso por tráfico de drogas son el de la Eva, Los Andújar, la Carmen y, sobre todo, el de Isidro Cortés Picazo ‘El Moreno’, hermano de La Paca.
La Policía Nacional contempla realizar un gran despliegue tanto en el interior de la Audiencia Provincial de Palma como en su aledaños en el exterior. Es muy posible que familiares de los procesados pretendan acompañarlos y arroparlos hasta la misma puerta de entrada de la sede judicial. También se espera que muchos de ellos traten de esperarlos en la calle hasta su salida.
Los 72 encausados está previsto que se repartan en tres salas distintas, con la pertinente separación para mantener la separación mínima en cumplimiento de las restricciones sanitarias por la covid-19. Solo los que se encuentren en la sala donde esté el tribunal podrán asistir directamente a la vista. El resto tendrá que observar las evoluciones de la sesión por videoconferencia en las otras estancias de la Audiencia.
La vista previa de mañana jueves ha pulverizado el número de procesados que se sentarán en el banquillo para responder del tráfico de drogas en el conflictivo asentamiento palmesano. Supera con creces los 55 encausados que fueron juzgados en Son Rossinyol como consecuencia de la ‘Operación Kabul’ o los 28 enjuiciados en el denominado ‘Caso Son Banya’.
Los 72 procesados que mañana se sentarán en el banquillo fueron arrestados el 25 de abril de 2018 en el transcurso de la denominada ‘Operación Ludar’. La Guardia Civil efectuó entonces un despliegue sin precedentes en el que participaron 400 agentes y se efectuaron 58 registros.
Entre los efectivos del instituto armado que tomaron parte en esta operación antidroga participaron dos de las principales unidades de élite de la Guardia Civi. Entre ellos se encontraban agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) y del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS). Estos habían venido expresamente de la península para la ocasión. No obstante, la investigación partió del Equipo de Crimen Organizado (ECO) y de la Policía Judicial de Algaida.
Un abrupto despertar
A primera hora de la mañana, el contingente tomó Son Banya mientras el poblado dormía. Muchos residentes fueron despertados abruptamente y esposados sin que tuvieran tiempo para acertar a saber que estaba ocurrendo. El volumen de detenidos fue tan considerable que un autobús del instituto armado los tuvo que trasladar a los calabozos de la Comandancia.
Aunque el epicentro de esta operación antidroga era Son Banya, la actuación no quedó circunscrita al poblado. También se efectuaron de manera simultánea registros y detenciones en los barrios palmesanos de Son Gotleu y en diversas localidades de la Part Forana.
