Macarena Díaz, la madre de Antonio David, el menor discapacitado desaparecido desde el pasado 12 de septiembre, se encuentra en casa de su madre. Según ha podido saber CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica, la mujer fue dada de alta el viernes del centro hospitalario al que acudió después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Morón de la Frontera dictara para ella libertad con cargos. Macarena, desde entonces, se encuentra en casa de la abuela del menor, Morón de la Frontera (Sevilla), e incluso ha publicado algunos post en sus redes sociales. Judicialmente, dado que sigue siendo investigada por la desaparición de su hijo, tendrá que comparecer quincenalmente ante una sede judicial.

Mientras tanto, la búsqueda de Antonio David continúa. La Policía Nacional rastrea sin cese para poder aportar luz y dar respuestas a la familia del menor. Macarena continúa afirmando que no sabe nada de su paradero, tras asegurar en su primera declaración que mató a su hijo y arrojó el cuerpo a un contenedor. Madre e hijo fueron vistos por última vez la noche anterior en un hotel de Talavera de la Reina (Toledo) donde pernoctaron, y se marcharon antes de las siete de la mañana sin ser vistos por nadie.

"Le di una jeringuilla con agua"

Según adelantó CASO ABIERTO, la mujer explicó en un primer momento que ella había matado a su hijo: "Llevaba dos días con fiebre y le di una jeringuilla con agua", relató en su declaración. En todas sus versiones, plagadas de incoherencias, la mujer ha mantenido que, tras pasar cuatro días sola con el cadáver de su hijo, salió de su casa en Morón de la Frontera (Sevilla) el día 12 de septiembre. Que llegó con el niño, según ella ya muerto, a Talavera de la Reina, donde cogió una habitación en el hotel Los Perales.

Para evitar que alguien se diera cuenta de que su hijo iba muerto en la silla de ruedas, declaró que entró en un bazar chino y compró, por 7.50 euros, una manta para taparlo. De hecho, el empleado del hotel afirmó que vio al niño "dormido", aunque no pudo asegurarlo.

Según su testimonio, tras descansar en la habitación, tumbada junto al cuerpo sin vida de su hijo, Macarena se durmió y se despertó hacia las doce y media. Bajó a la calle, metió a su hijo en el coche y condujo en dirección hacia Madrid. En su viaje sin rumbo, afirma que recuerda haber pasado luego por Arroyomolinos, Navalcarnero y Alcorcón todavía con su hijo dentro del coche. Si sus recuerdos son ciertos, habría dejado el cadáver de David en un contenedor gris de basura entre Alcorcón y la entrada de Madrid. Ha asegurado que la silla de ruedas la dejó muy cerca del contenedor, en un aparcamiento en batería. Luego, lo único que recuerda es que tras tirar el cuerpo de su hijo, "pasé unos túneles" y finalmente llegó a la gasolinera de Carabias (Segovia) donde "sentí el deseo de contar lo que había pasado". Lo hizo a una empleada de la gasolinera, que dio aviso a emergencias.

Tal y como contó CASO ABIERTO, Macarena, que sufre trastorno bipolar, ya protagonizó un intento de fuga con su hijo. Ocurrió el 19 de octubre de 2019, cuando cogió un taxi desde Málaga hasta Puerto Real (Cádiz). Allí acabó parada en un descampado junto a David. Cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, la mujer les dijo que tanto ella como su hijo se encontraban mal y que su familia "me quiere matar". Fue ingresada entonces en el hospital Puerto Real de Cádiz y el menor quedó a cargo de su padre.