Triquiñuela jurídica en tiempo de descuento. Eso es lo que parece haber aplicado la madre de Jorge Ignacio P. J., el presunto asesino en serie acusado de matar a Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela, y de haberlo intentado con otras ocho mujeres, para frenar, en el último minuto, su declaración en Valencia ante el juez que instruye la causa contra él como supuesto autor de 37 delitos. Y lo hace enviando un fax a 24 horas de la comparecencia, tras el varapalo a la abogada del acusado por inmiscuirse sin ser la representación letrada de la progenitora, y alegando que "no tiene pasaje". Hace casi 15 días que fue formalmente citada con una notificación enviada a su domicilio en Palma de Mallorca.

Ha sido esta misma mañana, mientras el juzgado ultimaba los detalles para esa comparecencia de Pilar Jacome prevista para mañana a las 10.00 horas, cuando un funcionario ha recibido un fax en el que la madre del presunto asesino en serie, Pilar Jacome, pedía nuevamente declarar desde los juzgados de Palma por videoconferencia, pese al rechazo del juez de la semana pasada, que le negó.

Y, además, ha alegado que en este momento ya no podía viajar a Valencia, dado que carece de pasaje. Mallorca está comunicada diariamente con nueve vuelos directos, la mayor parte de ellos fletados a primera hora de la mañana o a última de la tarde, por lo que aún sería posible viajar a tiempo de estar mañana, viernes, a las diez de la mañana, en la Ciudad de la Justicia de Valencia.

Al parecer, Pilar Jacome habría llamado personalmente al Juzgado de Instrucción número 20 de Valencia, ayer, jueves, y habría hablado con un funcionario para decirle que no podía viajar a Valencia el viernes y que enviaría un escrito urgente a través de una mensajería. Sin embargo, ese escrito nunca llegó -aduce que el mensajero se equivocó de juzgado-, por lo que la mujer fue requerida y advertida de que no había llegado solicitud suya en su nombre al juzgado.

Así, esta misma mañana, Jacome habría enviado un fax con la misma solicitud y las mismas argumentaciones.

Finalmente, el juez ha concedido a la mujer la posibilidad de declarar el próximo día 21 de octubre a las 9.30 horas por videollamada desde Palma.

Tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, el juez citó a Pilar Jacome el pasado 4 de octubre para que compareciese a su presencia mañana, viernes, para responder a las preguntas de las acusaciones particulares -las solicitantes de esta diligencia- y de la fiscal sobre cuánto sabía del asesinato (o, al menos, de la muerte) de Marta Calvo, de los 'incidentes' con las otras mujeres y si dio cobertura y apoyo a su hijo para deshacerse de las pruebas que lo vinculaban con la joven de Estivella.

Ordenar la detención de la madre

El juzgado podría obviar el desafío y ceder, permitiendo que sea interrogada por videoconferencia, pero las acusaciones particulares que solicitaron su declaración, la que ejerce la madre de Marta a través de los letrados Pilar Jacome y Vicente Escribano y la que ejercen las familias de las otras dos víctimas mortales y de siete de las ocho supervivientes con el letrado Juan Carlos Navarro, ya han dejado claro que no van a admitir que esa sea la vía.

Esta misma mañana han presentado sendos escritos oponiéndose a la videoconferencia por varias razones, dos de ellas básicas: el interrogatorio se prevé largo y la inmediatez (la presencia física de la testigo) es fundamental para el buen desarrollo de la diligencia y alegar en el último momento que carece de pasaje, cuando aún los hay a la venta, no parece lo más razonable habida cuenta de que la citación para que compareciese fue enviada el 4 de octubre, con tiempo de reacción suficiente. Es más, incluso respondió hace más de una semana que solicitaba declarar por videoconferencia a través de un escrito presentado por la abogada de su hijo, que el juez rechazó precisamente porque ella, Pilar Jacome, no está representada en el procedimiento judicial por esa abogada, que ya había defendido a su hijo en Pamplona en un caso en el que fue condenado por tráfico de drogas al intervenírsele 300 gramos de cocaína.

En caso de que el juez atienda los escritos de las acusaciones y la cite para otro día en Valencia, dejando sin efecto la declaración de mañana, y Pilar Jacome se negase nuevamente, los abogados de las víctimas instan al juez a que ordena la detención de la madre por un delito de desobediencia (se aplica cada vez que un testigo no comparece al tercer aviso) y su puesta a disposición del magistrado, como recoge la ley de enjuiciamiento criminal.

¿Encubrió a su hijo tras el crimen?

Tal como ha venido informando este diario, Pilar Jacome viajó a Valencia desde Palma de Mallorca el 8 de noviembre de 2019, un día después del asesinato de Marta, y pasó todo aquel fin de semana con su hijo y hasta con los caseros de este. Al irse, se llevó con ella el iPad de su hijo, así como tres prendas usadas de este y el router que le servía internet en casa, en el que quedan registradas todas las conexiones a la red, lo que, obviamente, podría ayudar a rastrear las búsquedas.

Jacome devolvió esos efectos 12 días después de irse a Palma, después de que la Guardia Civil le dijese que regresase y los entregase. Para entonces, el análisis de los mismos ya no ha arrojado resultados de interés para la investigación.

Aunque Pilar Jacome jamás podría ser juzgada ni, por tanto, condenada por encubrir a su hijo -la ley la exime por el grado de consanguinidad-, sí podría llegar a ser detenida o investigada por ello. En todo caso, está citada como testigo, lo que implica que está obligada a decir la verdad y que comparecerá sin abogado, ya que no existe ninguna acusación contra ella.

Sin embargo sería fundamental su contribución, entre otras cosas, para ayudar a localizar el cuerpo de Marta Calvo, en paradero desconocido desde aquel 7 de noviembre de 2019.

Ella sabía "todo lo sucedido"

Una de las argumentaciones esgrimidas, por ejemplo, por el letrado Juan Carlos Navarro en el escrito en el que solicitaba la comparecencia de la madre era la "especial" relación que Pilar Jacome mantenía con su hijo. Así lo expresa en su declaración voluntaria ante la Guardia Civil un testigo, amigo muy cercano de Jorge Ignacio P. J., cuando se le pregunta sobre cómo se llevaba el acusado con su madre y cuánto podía saber esta o no.

En varias de sus respuestas, ese testigo, el mismo al que Jorge Ignacio P. J. utilizó para contratar varios seguros de coche e incluyo para deshacerse del Volkswagen Passat ranchera que empleó en el traslado de Marta Calvo, días después del crimen, llega a afirmar que "le extrañaría" que la madre no supiera "todo lo sucedido" con la joven de Estivella en la madrugada de aquel 7 de noviembre en la casa que el presunto asesino tenía alquilada en Manuel.