Celebrar tu fiesta anual a principios de octubre tiene sus riesgos, y uno de ellos es que te coincida con plena gota fría y acabes pasado por agua. Muchos policías nacionales se pasaron el viernes mirando al cielo, después de dos días de lluvia constante. Sin embargo, poco antes de que comenzara el acto en La Misericòrdia escampó y la fiesta, que el año pasado tuvo que suspenderse por la pandemia, se desarrolló con brillantez. Cuando finalizó, el jefe superior, Gonzalo Espino, explicó el milagro. Esa mañana su mujer, Mayte, había hecho una ofrenda de una docena de huevos al convento de las Clarisas. No hay como tener amigos en las altas esferas.
Y no hay como invitar a una superestrella del deporte para que acapare los flashes. Rafa Nadal recibió una medalla al mérito policial y fue requerido por numerosos agentes que querían fotografiarse con él. Acabó subido a la tarima y rodeado de una veintena de oficiales, incluido el jefe superior.
Otro de los protagonistas de la noche fue el comisario José Antonio Puebla, hasta hace poco número 3 de la Jefatura y que en la actualidad es uno de los más cercanos asesores al ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska ya sabe lo que hace, pues se ha llevado a uno de los tipos más listos del cuerpo. Y entre el público andaba un infiltrado: el mítico Tomás Sastre, brigada retirado de la Guardia Civil, orgulloso padre del agente Juan Antonio Sastre, también galardonado en el acto.
El joven que fue a comisaría con una moto robada
Hay delincuentes que demuestran tener muy pocas luces. Hace unas semanas un joven desvalijó en Palma una máquina expendedora, en la que había desde chocolatinas hasta juguetes sexuales. La Policía Nacional puso en marcha una investigación y logró identificar al sospechoso. Los agentes optaron por citarle en comisaría para interrogarle y el acusado acudió a la cita. Lo hizo con una motocicleta que, según comprobaron los policías, figuraba como robada. Así que además del robo en la máquina, le imputaron la sustracción del vehículo.
Rescate de un bebé encerrado en un coche por un descuido
El pasado jueves por la tarde, un hombre aparcó el coche en un centro comercial de Palma y, por descuido, se dejó dentro las llaves y a su hijo, un bebé de corta edad. El sistema de cierre automático del vehículo dejó atrapado al pequeño. Los Bombers de Palma fueron alertados del incidente y acudieron rápidamente al lugar. Tras evaluar la situación, optaron por la solución clásica para este tipo de incidentes: romper con cuidado una de las lunas del coche para poder abrir una de las puertas y sacar el bebé.
La jueza avergonzada por los «cutres» medios de su sala
La jueza Victòria Crespí, que actualmente dirige un juzgado de primera instancia de Palma, se caracteriza por ser clara y directa. Esta semana ha denunciado a través de su cuenta de Twitter la vergüenza que pasa a diario por «lo cutre que puede ser la Justicia». Resulta que el ordenador que tiene en su sala de vistas es tan antiguo que no puede acceder al expediente digital y, por tanto, es incapaz de mostrar documentos o fotografías durante los juicios. «Esto hace cinco años y tres meses que pasa», denuncia Crespí.