La fiscalía solicitó ayer una multa de 3.600 euros para un joven británico de 19 años por abusos sexuales a una chica francesa de 18 años en un hotel de Magaluf (Calvià). El acusado supuestamente agarró del culo a la víctima cuando esta salía de la piscina, y aunque pidió perdón y alegó que no tenía intención sexual, negó durante el juicio haberla tocado.

Los hechos ocurrieron en julio de 2020. Según explicaron la perjudicada y una amiga suya, estaban en la piscina del establecimiento y charlaron con un grupo de jóvenes ingleses. Cuando la joven fue a salir, el acusado la agarró «con mucha fuerza» del culo. «Me giré y le pegué dos bofetadas. Estaba muy enfadada y nerviosa», contó la chica, que se mostró convencida de que el tocamiento fue « a propósito». Tanto las turistas como la recepcionista del hotel a la que acudieron para llamar a la Policía relataron que tras el incidente el acusado se mostró «muy arrepentido» y «pidió perdón mil veces».

El sospechoso, por su parte, se limitó a decir que no tocó a la chica, pero pidió disculpas y afirmó que está «muy arrepentido» y pidió perdón.

El fiscal solicitó, al concluir la vista oral, una condena de 3.600 euros de multa por un delito de abuso sexual con la atenuante de embriaguez, al considerar acreditado que el chico estaba ebrio. «Son unos hechos graves que no se pueden consentir. Hay proteger la libertad sexual en todas sus variantes», proclamó en sus conclusiones.

La abogado defensora, por su parte, afirmó que los hechos «se han magnificado» y que no está acreditada la «significación sexual» del acto. Por ello, reclamó la absolución o, como alternativa, una condena de 120 euros por un delito leve de coacciones.