La Guardia Civil de Cantabria y la Policía Nacional de Salamanca han desarticulado un grupo de cuatro aluniceros que, ataviados con máscaras de series televisivas e incluso de Donald Trump, robó 70.000 euros en joyas en Salamanca, además de tabaco, dinero y vehículos por el norte peninsular.

La detención de estas personas, todas con antecedentes y tres de ellas ya en prisión, se enmarca en la Operación Sanviton, que aún no está cerrada porque se les podría vincular con otros delitos y, además, porque no se descartan nuevos detenidos.

Entre los objetos recuperados, que se han expuesto este jueves en una rueda de prensa celebrada en la sede de la Guardia Civil de Cantabria, había llaves de vehículos y trasteros, caretas utilizadas en los alunizajes, herramientas, un reloj Rolex valorado en 10.000 euros y 9.000 euros en efectivo, procedentes, "a buen seguro" de la venta de joyas.

La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, el teniente coronel jefe de la XIII Zona de la Guardia Civil, Juan Martínez Ros, y el comisario de la Policía Nacional de Salamanca, Antonio Álvarez Zapata, han explicado este jueves en esa rueda de prensa los detalles de la operación.

Entre los delitos que se imputan a este grupo, destaca el alunizaje de una joyería en el centro de Salamanca, en la madrugada del 6 de septiembre, en la que sustrajeron joyas por valor de más de 70.000 euros.

La Guardia Civil ya tenía antes de esto en marcha la operación con motivo de una serie de robos con fuerza con alunizajes o fracturas de cristales de establecimientos con alcantarillas, cometidos durante julio y agosto en Cantabria.

También se supo que habían hecho lo mismo en estancos de Vizcaya, en concreto de Elorrio y Bergara. En uno de ellos -no se ha especificado- robaron más de 7.000 euros en tabaco.

La investigación arrojó además el robo de vehículos de alta gama para realizar vigilancias o trasladar lo sustraído, aunque, cuando alunizaban, elegían otros de gama media.

Para viajar por primera vez a Salamanca usaron un coche de alquiler, pero sólo permanecieron allí un par de horas para inspeccionar el terreno, y regresaron a Vizcaya, donde estaban asentados.

Más tarde, robaron un vehículo en Pampliega (Burgos) que, después, se supo que se correspondía con el que había sido empotrado contra el escaparate de la joyería salmantina.

Mazas y picos

Tras el robo de Salamanca, el grupo criminal ya investigado compró en diferentes establecimientos grandes herramientas como mazas o picos, por lo que los cuerpos de seguridad sospecharon que podrían estar tramando otro golpe.

Las pesquisas de la Policía Nacional de Salamanca permitieron determinar la participación de varios de los individuos detenidos en el robo de la joyería, que coincidían con los investigados por la Guardia Civil de Cantabria.

Además, se localizó en Salamanca el piso que usaron para preparar el robo y ocultarse después.

Con las diferentes pruebas conseguidas y para evitar nuevos robos, el pasado 17 de septiembre se registraron varios domicilios en Vizcaya, que se saldaron con la detención de tres hombres y una mujer, todos españoles, de entre 31 y 43 años.

La delegada del Gobierno y los responsables de Guardia Civil y Policía Nacional han subrayado que la operación ha sido "un éxito" porque se ha detenido a "un peligroso" grupo delictivo que estaba "perfectamente especializado".

Tras uno de los robos, en su huida, embistieron un control de Ertzaintza, "no dudando en poner en peligro la integridad de los agentes", ha señalado la Guardia Civil.

La delegada del Gobierno y el teniente coronel de la Guardia Civil en Cantabria han valorado la "perfecta" coordinación que ha habido entre la Benemérita y la Policía Nacional, en concreto con la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal.

Martínez Ros ha explicado que, pese a haber pasado el verano dedicándose sobre todo a asuntos "sociales", la Guardia Civil no ha descansado en su objetivo de perseguir la actividad delictiva, que ha regresado "con la vuelta a la normalidad".