Un hombre aceptó ayer una condena de dos años de prisión por intentar violar a una prostituta en un burdel de Palma. El procesado reconoció que sujetó a la víctima, trató de forzarla a mantener relaciones y le dio varios puñetazos. Antes de irse, estampó el móvil de la mujer contra la pared y se llevó un juego de llaves de la vivienda. La víctima tardó tres semanas en recuperarse de las lesiones sufridas.

El procesado, de 45 años, reconoció los hechos ocurridos en la noche del 21 de marzo de 2019 y se declaró autor de delitos de agresión sexual en grado de tentativa, lesiones y daños. Además de los dos años de cárcel, aceptó pagar multas que suman 2.100 euros e indemnizar a la perjudicada con 2.750 euros.

El acusado acudió al inmueble en busca de una mujer y, al no encontrarla allí, se abalanzó sobre la víctima, se quitó los pantalones y trató de obligarla a practicarle una felación agarrándola de la cabeza.

La mujer forcejeó con él y el hombre la tumbó entonces de espaldas en un sofá e intentó penetrarla. Acto seguido, le dio varios puñetazos en diversas partes del cuerpo. La víctima sufrió lesiones cervicales, contusiones y un esguince en la rodilla derecha a consecuencia de la agresión.