Entrar a trabajar antes de su hora le ha costado el puesto al empleado de un supermercado en Barcelona. Jean P. ha sido despedido porque llegaba al establecimiento, de la cadena Lidl y en el que ejercía de gerente, incluso una hora antes y se ponía a preparar el local antes de la apertura sin fichar.

En su carta de despido, la empresa señala que "realizaba pedidos, cambiaba precios o reponía palés enteros de artículos", según informa 'El País'. La compañía considera que el trabajador ha cometido "incumplimientos laborales muy graves".

Revisando las imágenes de seguridad, comprobaron que Jean entraba al supermercado a las cinco de la mañana y estaba "entre 49 y 87 minutos" trabajando sin fichar. Lidl señala en la carta de despido que el empleado vulneraba así la norma que indica que "cada minuto que se trabaja, se paga, y cada minuto que se trabaja debe quedar registrado".

Además, según la compañía alemana, Jean, que llevaba desde 2005 trabajando en Lidl, invitó a otros empleados a llegar antes al trabajo. Y en muchas ocasiones estaba en el establecimiento solo, lo que está prohibido por "seguridad".

El trabajador ha denunciado su despido y ha asegurado que se vio obligado a trabajar más porque el supermercado había sido reestructurado y los cambios "requerían tiempo y dedicación", algo que, según él, sabían sus jefes, que le permitían trabajar tiempo extra no remunerado "para conseguir que la tienda funcionara correctamente, pudiendo cumplir los objetivos de venta".

Jean P. ocupó un cargo en la empresa empresa durante 12 años, desde 2005 hasta 2017 y su despido generó un debate intenso que sigue estando de actualidad desde que la pandemia y la llegada del teletrabajo empañaron los objetivos de la reforma laboral del gobierno de Pedro Sánchez, que obliga a los trabajadores a fichar a la entrada y a la salida de su puesto de trabajo para garantizar de esta manera el derecho de cada empleado a conocer el horario, la duración y la distribución de su jornada laboral. 

Las jornadas extenuantes que trajo consigo el trabajo a distancia como consecuencias la pandemia de COVID-19 tuvieron un impacto considerable en la salud mental. Tanto la OMS como los informes que emite el CIS atribuyeron a al estrés y la fatiga el repunte de enfermedades mentales como la depresión, los trastornos ansiosos y los desórdenes del sueño.