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Denuncian la desaparición de joyas de un coche incautado a un atracador

El hombre que asaltó una joyería en Can Picafort dice que ocultó todo el botín en el vehículo

Un agente, con las joyas recuperadas en el coche.

El autor confeso de un atraco a punta de pistola en una joyería de Can Picafort asegura que casi todo el botín ha desaparecido del coche donde lo tenía escondido, intervenido por la Guardia Civil tras su detención. Los agentes, tras la confesión del delincuente varias semanas después del robo, encontraron en un doble fondo del vehículo algunas de las joyas sustraídas, pero según el acusado, que está preso, había muchas más repartidas en seis bolsas que ya no están. Su abogada, Isabel Fluxà, ha denunciado en el juzgado que se rompió la cadena de custodia del automóvil, ya que fue trasladado a un taller mecánico pero no consta en el atestado a cuál ni qué personas manipularon el coche. Por ello, reclama que la Guardia Civil aclare lo ocurrido y se averigüe quién ha hecho desaparecer el botín.

El atraco se produjo el 10 de julio en una joyería de Can Picafort, en Santa Margalida. El acusado irrumpió en la tienda armado con una pistola, encañonó al dueño y se llevó una importante cantidad de joyas. La Guardia Civil lo detuvo tres días después en Alcúdia, cuando estaba a punto de embarcar con su coche en un ferri rumbo a Barcelona.

Los agentes intervinieron y registraron el vehículo, pero no encontraron las alhajas sustraídas. Descubrieron que había un doble fondo en el depósito de combustible y, según consta en el atestado, «ante la carencia de medios técnicos y herramientas en las instalaciones de la Guardia Civil, se decidió solicitar la colaboración de un taller de la localidad de Pollença». En las actuaciones no consta que se encontrara nada.

El delincuente ingresó en prisión por orden judicial y el pasado 26 de agosto pidió comparecer ante la jueza de Inca que investiga el caso para confesar la autoría del robo. En su declaración, explicó que las joyas estaban escondidas en tres dobles fondos del turismo y autorizó el registro. El delincuente, su abogada y varios guardias civiles se desplazaron entonces al depósito municipal de Pollença, donde estaba el coche incautado.

En el primer escondite que indicó el acusado, bajo una chapa del maletero, los agentes hallaron una bolsa de basura con varias joyas procedentes del atraco. El resto, según dijo, estaban en otras seis bolsas ocultas en las puertas del conductor y el copiloto. Pero allí no había nada. El acusado sostiene que, además de estas joyas, del vehículo han desaparecido 100 euros.

La abogada del sospechoso, Isabel Fluxà, ha presentado un escrito ante el juzgado para que se aclare lo sucedido. Según sostiene, «sería a todas luces absurdo» que el hombre confesara e indicara el paradero de las joyas si estas no iban a estar allí. La letrada expone que en atestado de la Guardia Civil no hay ninguna indicación sobre la cadena de custodia del coche desde que fue intervenido el 13 de julio hasta el registro del 26 de agosto. Tampoco figura a qué taller fue trasladado, quién ordenó llevarlo allí, cuánto tiempo permaneció, si estuvo custodiado en todo momento, qué personas lo manipularon y cuándo fue precintado.

Por ello, pide a la jueza que requiera a la Policía Judicial de Pollença-Alcúdia para que aporte toda esa información a fin de «determinar qué personas tuvieron acceso al vehículo haciendo desaparecer las seis bolsas» con las joyas robadas.

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