Un joven fue condenado ayer por circular ebrio y sin carné y negarse a someterse a la prueba de alcoholemia en Son Servera. El acusado aceptó seis meses de prisión, pagar una multa de 1.080 euros, 31 días de trabajos comunitarios y la pérdida del carné de conducir.

El procesado fue sorprendido el pasado mes de junio cuando circulaba ebrio y tras un juicio rápido se le retiró el permiso. Pese a ello, el 8 de agosto de madrugada fue sorprendido por la Policía Local de Son Servera cuando conducía de forma errática. El acusado, con evidentes síntomas de haber bebido, se negó a realizar la prueba de alcoholemia.