Baleares registra una media de cuatro estafas CEO por semana en internet

Uno de estos últimos fraudes denunciados en las islas ha alcanzado la suma de 300.000 euros

Un agente de la Policía Nacional investiga delante de un ordenador.

Un agente de la Policía Nacional investiga delante de un ordenador. / POLICÍA NACIONAL

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Las denominadas estafas CEO están causando grandes estragos en numerosas empresas con la sede social en Baleares. Una media de entre tres y cuatro denuncias se interponen cada semana ante la Policía Nacional por este motivo. Algunos de estos últimos fraudes detectados en las islas han alcanzado un montante de hasta 300.000 euros.

La denominada estafa CEO (de las siglas en inglés Chief Executive Officer) consiste en que el ciberdelincuente se interponga entre la empresa y una firma proveedora. Lo más habitual es que el malhechor suplante a esta última entidad e inste a la víctima a que envíe el dinero a otra cuenta bancaria en lugar de a la legítima. Para ello, los estafadores hacen una pequeña modificación en el correo electrónico para dar la apariencia de que está tratando con la original. De esta manera no levanta la menor sospecha.

Suplantación del proveedor

Antes de perpetrar la estafa, el ciberdelincuente lleva a cabo un laborioso trabajo previo. Así, a través de ingeniería social, logra espiar los correos electrónicos que se mantienen entre dos empresas. Durante este tiempo, el estafador realiza un importante acopio de información relevante que pueda desvelar su funcionamiento.

Los estafadores empiezan recabando datos de las comunicaciones por correo electrónico que mantienen los distintos empleados o los responsables o cargos intermedios de la empresa para realizar el pago de facturas o transferencias entre ellas. De esta manera consiguen la información de pagos previstos o que están pendientes de realizarse. Su objetivo primordial es interferir en esta transacción para que el dinero vaya a parar a la cuenta corriente de estos ciberdelincuentes.

Estos sofisticados estafadores utilizan diversas tretas para pasar completamente desapercibidos y hacer creer al emisor del dinero que está haciendo la transferencia a un proveedor en lugar de a un ciberdelincuente.

El método más discreto es suplantar a esta entidad proveedora con una pequeña variación en la dirección de correo electrónica. Esta suele pasar inadvertida y la entidad emisora no llega a darse cuenta de que está pagando a un estafador.

La cuenta corriente de estos ciberdelincuentes suele estar creada con datos falsos o bien se utiliza una ‘mula’ para que le haga llegar el dinero a ella a cambio de una contraprestación económica. Una vez ingresado el dinero, se transfiere a otra cuenta.

Desde el Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional se recomienda comprobar por el teléfono habitual de la empresa el cambio de cuenta de la empresa. También prestar atención a la dirección de correo, aunque solo varíe un caracter.

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