Agentes de la Guardia Civil detuvieron el pasado fin de semana a un joven en Requena, Valencia, por una agresión a su actual pareja sentimental. Cuando se encontraba ya arrestado por un delito de violencia contra la mujer, los investigadores del Instituto Armado tuvieron conocimiento de que esta misma persona habría violado presuntamente a una hermana pequeña, de solo 12 años, por lo que se le imputó también un delito de abusos sexuales sobre persona menor de 16 años con la agravante de parentesco.

Tras tomarle declaración a la menor, ésta fue trasladada a un centro hospitalario para ser explorada por el médico forense. Asimismo, las investigaciones continúan abiertas para poder establecer el alcance de las lesiones, durante cuanto tiempo se prolongaron los tocamientos, si hubo acceso carnal o no, así como los daños psicológicos que le habría causado presuntamente a su hermana.

El arrestado ya ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número uno de Requena, en funciones de guardia. El juez, a instancias de la Fiscalía, acordó la puesta en libertad del detenido por un delito contra la libertad sexual de persona menor de edad, a la espera de que se concrete la imputación formal del delito, según se establezca si hubo o no violencia y acceso carnal. Por el momento y como medida cautelar para proteger a la víctima, el juez dictó una orden de alejamiento que prohíbe al joven aproximarse a su hermana y comunicarse de cualquier forma con ella, y lo obliga a abandonar el domicilio familiar.

Las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Valencia tendrán que evaluar ahora la credibilidad del relato de la menor de cara a juicio. Este tipo de exploraciones se hacen siempre a la víctima y no se evalúa el riesgo del presunto agresor, sea reincidente o no. Así, es la denunciante quien debe demostrar que lo que relata es verosímil, que hay una persistencia en la incriminación y que no hay ningún tipo de móvil espurio.

Condenado por agredir sexualmente a la hija de su pareja

Precisamente, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha confirmado ahora una sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia y ratifica la pena de doce años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años para un hombre que abusó de la hija de su pareja entre febrero y julio de 2019, llegando a introducirle los dedos en la vagina, cuando ésta tenía quince años.

En el recurso se cuestionaba la credibilidad de la víctima, alegando que es «una persona propensa a fabular» y que unos días después de la denuncia la menor y su madre estaban felices en un crucero, como demostraban las fotografías que subieron en redes sociales. No obstante, como bien aclara la sentencia del TSJCV, «el hecho del crucero no deja de ser algo anecdótico (...) que en nada desvirtúa el testimonio» de la víctima. De hecho, la adolescente «ha contado al menos hasta en ocho ocasiones la misma versión de los hechos sin ambigüedades ni contradicciones, de forma clara y contundente», remarca el magistrado.

Además, existen confirmaciones periféricas de su relato, como el testimonio de la madre que sorprendió a su pareja en la habitación de la menor una noche, las amigas a las que les contó lo que estaba pasando o las lesiones autolíticas que la menor se causó debido al daño psicológico sufrido.