El dispositivo de búsqueda del varón desaparecido este pasado sábado en el embalse de Proserpina en Mérida continúa sin que haya podido ser localizado. El Ayuntamiento de Mérida ha suspendido la jornada de baño hasta que finalicen estos trabajos.

Efectivos de diferentes cuerpos de seguridad y emergencias buscan a un vecino de Cáceres de 39 años, militar del grupo de zapadores de la brigada Extremadura XI, que ha desaparecido en el embalse de Proserpina de Mérida. Varios buzos del cuerpo de bomberos de Mérida y de la Guardia Civil, estos últimos pertenecientes a los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS), forman parte dle dispositivo de búsqueda. Están trabajando en la zona tres equipos acuáticos de Cruz Roja, una unidad SVB y un equipo de Intervención Psicosocial, además de los recursos de Policía Nacional, Guardia Civil y el del Centro de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura. Compañeros del desaparecido, que tenía experiencia como buceador, también se van a incorporar a la búsqueda.

Las últimas informaciones, procedentes de fuentes cercanas a la familia, aseguran que el hombre se encontraba haciendo fotografías desde el agua a sus familiares, que estaban montados en un hidropedal, cuando de pronto se sumergió y logró salir un instante a la superficie, pero volvió a hundirse y ya no salió. En el momento en que se produjo el incidente, en torno a las 17.15 horas del sábado, varios bañistas que se encontraban en la zona dieron la voz de alarma al equipo de salvamento de Cruz Roja y los socorristas se personaron en el lugar minutos más tarde. También trataron de rescatar al varón un bombero y un bañista de Mérida que se encontraba junto a su pareja en otra embarcación.

El jefe del parque de bomberos de Mérida, Juan Carlos Bermejo, ha apuntado que el hombre tendría que haber sufrido «algún tipo de problema físico», ya que se hundió rápidamente. «El embalse es muy seguro porque no hay corrientes excesivas, pocetas, ni remolinos», ha señalado. En el punto en el que se está buscando al desaparecido hay una profundidad de unos ocho metros y el agua está turbia, lo que dificulta las labores de búsqueda: «La visibilidad en el agua es prácticamente nula, es un rastreo casi al golpe y al tacto». El profesional ha indicado a su vez que el cuerpo no emerge «porque depende del tipo de ahogamiento y no sabemos realmente lo que ha pasado, por lo que hasta que no veamos físicamente a la persona, no podremos saber el motivo».

El varón iba en el hidropedal con su mujer y su hija menor, de tres años, además de su madre y la pareja de esta. En los primeros instantes se vivieron momentos de tensión y angustia por parte de los familiares, ante la impotencia de no poder hacer nada por su ser querido, al que se lo había «tragado el agua». Posteriormente, otros familiares fueron acudiendo al embalse para acompañar a la familia más cercana mientras se realizaban los trabajos de rescate. En el operativo de búsqueda trabajan efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Cruz Roja, bomberos del CPEI de Badajoz y profesionales del centro de emergencias 112 Extremadura.