El expresidente del Club Deportivo San Francisco Jaime Riera se sentó ayer en el banquillo de los acusados en el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Palma. La fiscal solicita para el acusado una pena de cuatro años de prisión por un presunto delito de apropiación indebida, al haberse quedado supuestamente con 189.313 euros de las arcas de la entidad.
De acuerdo con la acusación, el exdirectivo habría desviado el dinero del club a su cuenta corriente particular mediante transferencias o reintegros en efectivo.
Por su parte, el exdirectivo negó en su comparecencia este extremo. De hecho, Riera argumentó que hizo pagos del club con su dinero personal.