Un joven traficante de drogas, de 23 años, vendía hachís y éxtasis en su domicilio particular de Palma y en las inmediaciones del mismo. El sujeto fue condenado ayer en la Audiencia de Palma a una pena de tres años de prisión por un delito contra la salud pública.

No obstante, el condenado no tendrá que ingresar en la cárcel con la condición de que se someta a un tratamiento de desintoxicación de drogas. La atenuante de toxifrenia del acusado también fue apreciada para rebajar de seis a tres años la pena.

Los hechos que se juzgaron ayer se remontan al mes de abril de 2018. Agentes de la Policía Nacional interceptaron a consumidores que compraban hachís o éxtasis en las proximidades del domicilio del sospechoso. Tras hacer acopio de estas pruebas, el 2 de julio de ese año, los policías le detuvieron.

El detenido accedió voluntariamente a que registraran su casa. Allí encontraron diversas cantidades de cannabis, MDMA y una balanza de precisión.