Los Mossos d'Esquadra buscan al autor de una agresión con arma blanca sucedida este martes a las 11.00 horas de la mañana en la calle de Copons del barrio Gòtic de Barcelona. Un hombre ha atacado con un cuchillo en el rostro, provocándole un corte grande en la mejilla. El hecho de que la víctima llevara las uñas pintadas, sumado al hecho de que en el momento de la agresión el atacante le ha alcanzado por detrás, ha provocado que algunos clientes del bar de La Cala interpretaran que ambos no se conocían y que se trataba de un ataque motivado por odio al colectivo gay. Una conclusión condicionada por la sensibilidad social que ha provocado el homicidio del joven Samuel en Galicia que la Policía Nacional investiga como una agresión homófoba.

Sin embargo, según la propia víctima ha relatado a los agentes de los Mossos, que han acudido al lugar de los hechos avisados por los testigos, conocía al agresor con quien había estado tomando una cerveza en un bar cercano, La Rioja. En esta primera declaración a los policías instantes antes de ser trasladado a un hospital, el agredido no ha referido que el ataque pudiera haber sido motivado por su orientación sexual.

Discusión anterior

Un trabajador de este segundo establecimiento, La Rioja, ha relatado a este diario que los dos hombres, que aparentemente eran pareja o amigos, se han tomado una caña en el bar durante una conversación cargada de reproches. Sobre las 11.00 horas, instantes antes de la agresión, los dos han salido a la calle y el supuesto agresor le ha preguntado al trabajador si podía dejar las cervezas en la mesa porque regresarían enseguida, una petición que ha dado a entender al camarero que salían al exterior a discutir. Lo que ha ocurrido, presumiblemente, es que la víctima, un joven espigado, se ha marchado y ha sido alcanzado frente al bar de La Cala, a unos cincuenta metros del de La Rioja, por el agresor, que le ha cortado la cara con una navaja y se ha dado a la fuga.

El herido, que según la propietaria de La Cala presentaba un corte abierto en la cara de grandes dimensiones, todavía no ha presentado una denuncia por lo ocurrido. Los agentes conocen la identidad del agresor porque este había pagado en La Rioja con una tarjeta de crédito. La policía catalana no lo investiga como un delito de odio contra el colectivo gay, subrayan fuentes policiales a este diario.