Una pareja aceptó ayer penas que suman cinco años y tres meses de cárcel por abordar a cuatro personas en la calle para robarles los relojes Rolex y las joyas que llevaban. Los acusados cometieron los asaltos en solo tres días en Palma, Calvià y sa Pobla y consiguieron adueñarse de piezas valoradas en más de 24.000 euros. Abordaban a sus víctimas con diversas excusas, como pedirles trabajo y entregarles un documento, o simulaban conocerlas y llegaban a abrazarlas y besarlas. Ambos reconocieron los hechos y se declararon autores de delitos de robo con violencia y hurto en el juicio celebrado ayer tras pactar con la fiscalía.

Los acusados, un hombre de 34 años y una mujer de 33, ambos rumanos y con antecedentes, llegaron a Mallorca el pasado mes de febrero con el único fin de cometer los robos. Alquilaron un apartamento y un coche y recorrieron la isla en busca de víctimas.

El 13 de febrero, hacia la una de la tarde, se dirigieron a la avenida sa Porrassa, en Calvià. Mientras él esperaba en el coche, la mujer se acercó a un hombre simulando que iba a darle un papel. Le agarró con fuerza la muñeca en la que llevaba el Rolex, estiró el brazo hacia sus partes íntimas y mientras intentaba darle besos trató de arrebatarle el reloj, valorado en 12.000 euros. No lo consiguió y ambos huyeron.

Al día siguiente se desplazaron a sa Pobla. La mujer se acercó a una anciana de 83 años, empezó a conversar con ella y simulando que la conocía la besó en la cara. Consiguió arrebatarle una pulsera de oro tasada en 1.700 euros.

El 19 de febrero, la acusada abordó a un hombre que llevaba un Rolex en la calle Colubí, en Palma. Con la excusa de darle su teléfono porque buscaba trabajo, le quitó el reloj, valorado en 2.400 euros, y se dio a la fuga.

El 20 de febrero, en el Camí de Son Fangos, también en Palma, la mujer se metió en el coche de un hombre de 72 años con un pretexto y consiguió robarle también un Rolex tasado en 17.000 euros.

Los dos sospechosos fueron detenidos cuatro días después en el aeropuerto de Son Sant Joan cuando se marchaban de Mallorca. Entre sus ropas llevaban los dos relojes de lujo robados, una alianza de oro y piedras brillantes, un juego de pendientes y una cadena. Desde entonces, ambos permanecían en prisión provisional por orden judicial. La mujer aceptó una condena de dos años y nueve meses de cárcel y el hombre acató dos años y medio.