Un hombre confesó ayer en el juicio que abusó sexualmente de su hija, que era menor, y la novia de su hijo en el domicilio donde convivían en Palma. El acusado pactó con la fiscalía una condena de un año y medio de cárcel, pero las víctimas rechazaron el acuerdo y a través de su abogado, Eduardo Luna, pidieron una pena de cuatro años y medio de prisión. «Mi padre se metía en mi cama, se frotaba contra mí y me acariciaba los pechos, el cuello y la vagina», relató la hija del acusado durante la vista oral.

El procesado, argentino de 49 años, reconoció en el juzgado de lo penal que entre 2014 y 2016 se metía habitualmente en la cama de su hija para manosearla. La víctima aseguró que estos episodios ocurrían «desde muchos años antes» y contó que ha precisado asistencia psicológica. «He intentado suicidarme», reveló.

La chica, que tenía 14 años cuando comenzó a sufrir los tocamientos, narró que el hombre se frotaba contra ella y la manoseaba por todo el cuerpo. La joven explicó que no denunció los hechos hasta finales de 2019 porque entró «en depresión». «Es tan fuerte el peso que llevo por lo que me ha hecho mi padre que no lo puedo superar», concluyó entre lágrimas.

La otra víctima era la novia del hijo del acusado, que convivía en el mismo domicilio. La chica narró un episodio de abusos sufrido cuando tenía ya 19 años. «Estábamos los dos solos en casa. Me cogió del brazo y me sentó encima de él. Se excitó y me dijo que no quería calentarse más. Luego me insistió para que me volviera a sentar, yo me negué y él empezó a tocarme en la zonas íntimas», narró. Esta joven también precisó asistencia psicológica. «Me generó rechazo a los hombres», contó sobre los abusos sufridos.

Las dos perjudicadas, que tenían 14 y 19 años cuando sufrieron los abusos, precisaron asistencia psicológica

La fiscalía solicitaba inicialmente una condena de cuatro años y medio de prisión para el acusado por dos delitos de abusos sexuales, uno de ellos continuado y a menor de 16 años. Sin embargo, tras el pacto alcanzado con la abogada del acusado, rebajó su petición a un año y nueve meses al apreciar la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas por el tiempo que tardaron las chicas en denunciar. El hombre se mostró conforme con esta condena tras confesar los hechos.

El abogado de las víctimas, sin embargo, mantuvo la petición de cuatro años y medio de prisión para el procesado por los dos delitos. El letrado señaló que a su entender no concurre la atenuante, ya que las perjudicadas tardaron en acudir a la Policía porque estaban afectadas psicológicamente.

El caso quedó visto para sentencia. La hija del acusado salió de la sala entre lágrimas y preguntándose: «¿Por qué me hizo esto, si era mi papá?».