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¿Dónde está la hija de Gladys Riffard?

La francesa encarcelada por no entregar a su pequeña a su padre se ha negado a revelar el paradero de la menor

La mujer residía en un apartamento de la urbanización de Cala Pi, en Llucmajor. Manu Mielniezuk

Gladys Riffard, francesa de 43 años, fue detenida por la Policía Nacional la semana pasada en Cala Pi, en cumplimiento de una Orden Europea de Detencion dictada por un tribunal de su país, que la acusa de un delito de sustracción de menores. La mujer se escapó con su hija de seis años antes de permitir que pasara quince días de vacaciones con su padre, al que había denunciado por abusar sexualmente de la niña. La fugitiva ingresó en prisión por orden de la Audiencia Nacional, pero hasta ahora se ha negado a revelar el paradero de su hija para evitar que se la entreguen a su progenitor. Solo ha manifestado, bajo juramento, que la niña está bien y al cuidado de un adulto.

El bienestar de la niña era la principal preocupación de los agentes de la Policía Nacional que arrestaron a la madre en condiciones complicadas, ya que la mujer pidió ayuda a los vecinos de su calle y les acusó de intentar secuestrarla. Una vez tranquilizada, los policías intentaron explicarle que solo querían asegurarse de que la pequeña no iba a quedar desatendida tras su detención. La mujer aceptó firmar una declaración jurada en la que afirmaba que la niña estaba bien y cuidada por un adulto, pero se negó tajantemente a revelar su paradero.

La mujer fue detenida el pasado día 1 por agentes del Grupo de Delincuencia Internacional de la Policía Nacional de Palma. Habían recibido una Orden Europea de Detención dictada por un tribunal francés contra Gladys Riffard, de 43 años, acusada de la sustracción de su hija, que actualmente tiene seis años, en 2019. Los investigadores tuvieron conocimiento de que la mujer llevaba tiempo residiendo en un apartamento de la urbanización de Cala Pi, en Llucmajor. Cuando llamaron al domicilio, la mujer les abrió la puerta, pero al identificarse como policías, negó ser Gladys Riffard y cerró rápidamente.

Los policías montaron una vigilancia en el exterior, y cuando la mujer salió al cabo de un rato, la arrestaron. La fugitiva opuso una fuerte resistencia y pidió ayuda a sus vecinos a gritos, diciendo que la intentaban secuestrar. Los agentes se identificaron como policías y pidieron apoyo a la Guardia Civil para calmar los ánimos de los residentes. Finalmente lograron reducir a la prófuga y trasladarla a la Jefatura.

El dilema que surgió inmediatamente fue: ¿dónde está la niña?, ¿no se quedará sola en casa? Los policías le insistieron a la mujer en este asunto. Le preguntaron si la pequeña estaba al cuidado de algún adulto y le pidieron permiso para inspeccionar el interior del domicilio. La mujer se negó y tanto la Audiencia Nacional como el juzgado de Palma denegaron la orden de entrada en la casa.

Ante la insistencia de los policías, la mujer explicó que la pequeña estaba bien, al cuidado de un adulto, pero se negó a revelar su paradero. La Audiencia Nacional, tras escuchar su declaración, ordenó su ingreso en prisión mientras se tramita su extradición.

Gladys Riffard es la promotora de la asociación francesa Pour la défence denous enfants, y ha promovido campañas en Youtube y en Change.org para evitar que su hija vaya a vistar a su padre. Según manifestó, en 2018 descubrió que el hombre había abusado sexualmente de la pequeña durante unas vacaciones, cuando tenía tres años. Pese a sus denuncias, un juez la obligó a entregarle a la menor a su padre otros 15 días en 2019, por lo que se escapó con ella.

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