Un conductor ebrio que causó un accidente con cuatro heridos graves en Palma ha saldado el asunto con una multa de 1.800 euros y la pérdida del carné de conducir. El hombre, con antecedentes por circular bebido, se saltó un semáforo en rojo y colisionó contra un coche que salió despedido y se llevó por delante a dos peatones. En la prueba de alcoholemia triplicó la tasa máxima permitida. El acusado, representado por el abogado José Ramón Orta, admitió los hechos durante el juicio celebrado anteayer y se declaró autor de un delito contra la seguridad vial y cuatro de lesiones imprudentes.

El accidente ocurrió poco antes de la medianoche del 25 de enero de 2020. El condenado iba al volante de una furgoneta. Al llegar a la plaza Alexander Fleming se saltó un semáforo en rojo y chocó contra un coche Kia Rio en el que viajaban dos personas. A consecuencia del impacto, el turismo se estrelló contra un semáforo y luego arrolló a dos mujeres que estaban paradas en la acera.

Tanto los dos ocupantes del Kia como las peatonas sufrieron graves lesiones en el accidente. Los cuatro heridos presentaban fracturas, traumatismos, esguinces y contusiones. Tardaron en recuperarse hasta diez meses y dos de ellos padecen secuelas e incluso han precisado tratamiento psicológico.

El conductor de la furgoneta, se marchó del lugar tras el siniestro, pero fue localizado en cuestión de minutos por la Policía Local de Palma. Los agentes lo sometieron a dos pruebas de alcoholemia que dieron positivo con valores que triplicaban el máximo permitido. El hombre había sido condenado ya en abril de 2019 por circular ebrio. Un juzgado de Inca le impuso entonces una multa y le retiró el carné durante ocho meses.

El acusado compareció el pasado miércoles en un juzgado de instrucción de Palma, donde se celebró un juicio rápido tras el acuerdo alcanzado entre la fiscalía y el abogado defensor. El hombre admitió los hechos y se declaró autor de un delito contra la seguridad vial con la agravante de reincidencia y cuatro de lesiones imprudentes. Por ellos aceptó pagar una multa de 1.800 euros y la retirada del carné durante dos años y ocho meses, lo que en la práctica supone que perderá su vigencia y el hombre deberá volver a examinarse. El magistrado dictó sentencia en el acto.