La estafa se conoce en medios policiales con la denominación «Man in the middle». En ella un pirata informático intercepta los correos electrónicos entre dos partes que están gestionando una prestación económica, y cuando la transferencia es inminente, suplanta al receptor y cambia el número de cuenta al que va dirigido el dinero. De esta manera un vecino de Inca presuntamnte consiguió hacerse con 9.700 euros de una subvención que el Gobierno de Navarra había concedido a un centro de formación. La investigación de la Policía Judicial de Navarra ha permitido identificar e imputar al sospechoso del fraude.

La investigación partió de una denuncia recogida en la oficina de Atención al Ciudadano de la Guardia Civil en Pamplona. Se tuvo conocimiento entonces de que una empresa dedicada a la formación de futuros empleados del sector de la automoción no había recibido el ingreso de una subvención concedida por el Gobierno de Navarra, que ascendía a 9.700 euros.

El Equipo Territorial de Policía Judicial de Pamplona de la Guardia Civil de Navarra asumió la investigación de estos hechos. Los agentes comprobaron que personas desconocidas habían accedido a los correos electrónicos de ambas partes para intervenir sus conversaciones.

Una vez detectada una transferencia inminente, los ciberdelincuentes suplantaron la dirección de correo electrónico de la empresa que debía recibir la subvención, mediante una dirección prácticamente idéntica, para así proporcionar su número de cuenta bancaria, y percibir el dinero. La modificación de la dirección de correo electrónico consistió en el cambio de una sola letra, en concreto la letra “t” por la letra “f”.

Mediante el análisis de los datos obtenidos, los investigadores tuvieron conocimiento de que el presunto estafador había repartido el dinero entre diversas cuentas. Días después de cometer la estafa había cancelado la cuenta bancaria en la que había recibido el dinero de la subvención.

Esta modalidad de estafa es conocida en medios policiales como «Man in the middle».

Como resultado de las investigaciones realizadas, los agentes pudieron identificar al presunto autor. A esta persona le constaban en base de datos policiales numerosos domicilios diferentes, que solía ocupar ilegalmente, por lo que su localización resultó especialmente complicada.

Los investigadores de la Guardia Civil descubrieron que esta persona había realizado siete transferencias bancarias, además de un pago instantáneo a través de una aplicación telefónica. Los agentes identificaron a todas las personas que habían recibido el dinero, que resultaron ser familiares y amigos del presunto estafador.

Finalmente fue localizado el sospechoso, que resultó ser un hombre de 48 años residente en Inca. El individuo ha sido puesto a disposición del juzgado de guardia en calidad de imputado por un delito de estafa