Una decena de antiguas alumnas del profesor de Palma acusado de abusos sexuales relataron ayer en el juicio los tocamientos que sufrieron a manos del sospechoso. «Me metía la mano por dentro de la ropa. Tocaba la espalda hasta el sujetador, las piernas, los hombros», contaron las testigos, que tenían entre 12 y 17 años cuando ocurrieron los hechos. Una de ellas, una chica con discapacidad, aseguró que llegó a tocarle los pechos y a decirle que quería mantener relaciones sexuales con ella. Todas coincidieron en señalar que se sentían «incómodas» por la actitud del sospechoso y definieron sus gestos como «caricias».

Los testimonios de estas ex alumnas del colegio San Alfonso María de Ligorio rebaten la versión del procesado, de 64 años, que alegó en la primera sesión del juicio que eran simples gestos de afecto o que solamente se apoyaba en los alumnos al darles una explicación durante las clases. En sus declaraciones, algunas de las chicas rompieron a llorar y la mayoría se mostraron afectadas por los hechos.

Las chicas contaron que era habitual que el profesor les metiera la mano por dentro de la camiseta y les acariciara la espalda, los hombros, las caderas y las zonas próximas a los pechos. También relataron tocamientos en las piernas. Una de las menores aseguró que en una ocasión la llevó a la sala de profesores y, cuando estaban solos, le dijo: «Me gustas mucho. Quiero tener sexo contigo». La misma testigo aseguró que una vez se encontró al hombre en un supermercado y le tocó los pechos. Otras afirmaron que en alguna ocasión les rozó los senos. Las testigos aseguraron que el profesor nunca tocaba así a los chicos.

Tres profesoras y la orientadora del colegio aseguraron que ninguna alumna les comunicó nunca ningún problema con el acusado y destacaron que al colegio acuden muchos niños de familias desestructuradas y con carencias afectivas. La detención del acusado, de la que se enteraron por la prensa, les causó a todas una gran «sorpresa» y «consternación», según declararon.

La fiscalía imputa al acusado varios delitos de abusos sexuales y reclama para él una condena de 24 años de prisión. El hombre fue detenido en enero de 2018 por la Policía, que fue alertada por el colegio y recibió varias denuncias.