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La alemana de Calvià que simuló su muerte tenía plan de fuga

La arrestada tenía un coche preparado para huir si la iban a buscar a su domicilio

Exterior de la urbanización de Santa Ponça donde residía la mujer detenida. Guillem Bosch

Inna Z., la alemana de 47 años acusada de un fraude millonario que fue detenida el lunes por la Guardia Civil de Calvià tras fingir su muerte durante un año y medio, tenía un coche aparcado siempre en la parte trasera de su casa, presumiblemente preparado para poder escapar a toda prisa en el caso de que fueran a buscarla a su domicilio. Era uno más de una sucesión de subterfugios que le han permitido eludir la actuación de la justicia durante dieciocho meses, desde que el pasado 2 de enero sus padres entregaron en el juzgado un certificado de defunción y aseguraron que había fallecido en Alemania unos meses antes, a consecuencia de un accidente de tráfico.

La mujer debía comparecer el 2 de noviembre de 2020 en el juzgado de instrucción número 5, que la investigaba como presunta responsable de administración desleal para la empresa para la que trabajaba, una sociedad dedicada a la producción de energía solar. Los directivos de la compañía sospechaban que se había ido apropiando de diversas cantidades de dinero, hasta un montante cercano al millón de euros.

Aquel 2 noviembre, quien se presentó en el juzgado fueron sus padres, que entregaron un certificado de defunción, que acreditaba que Inna Z. había fallecido el 31 de marzo en la ciudad alemana de Rostock. Dijeron que había sido a consecuencia de un accidente de tráfico.

La mujer tenía documentos falsos y en el apellido que figuraba en su coche había un ligero baile de letras

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Los directivos de la compañía no debieron verlo tan claro, porque contrataron a la agencia de seguridad privada Cabanach para que la localizara. Según se pone de manifiesto en el atestado que fue entregado el martes en el juzgado de guardia, los detectives pudieron confirmar que había actividad en algún perfil de la supuesta fallecida en las redes sociales, y hallaron fotos de su perro.

Se trataba de un caniche gigante, una raza poco habitual en Mallorca. Tras largas vigilancias en parques caninos de urbanizaciones de Andrtax y Calvià, vieron a un hombre que paseaba a un perro de estas características. Le siguieron discretamente hasta un chalé de Santa Ponça. Mantuvieron vigilado este domicilio y un día vieron salir a la supuesta muerta camino del gimnasio.

Con esta información, la Guardia Civil de Calvià arrestó a la mujer en un control cerca de su domicilio. Inna Z. terminó admitiendo que era la persona que buscaban. En el maletero del vehículo iba el caniche gigante.

Según se ha puesto de manifiesto en la investigación, la mujer tenía aparcado otro coche, que no utilizaba nunca, a unos setenta metros de la salida trasera de su domicilio, presuntamente para utilizarlo como vía de escape si la Guardia Civil se presentaba en su casa. También tenía documentación falsa a nombre de otra mujer, y el vehículo que conducía habitualmente estaba a su nombre, pero con un pequeño baile de letras en su domicilio, lo suficiente para que no saltara la alarma en un control policial.

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