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Testimonio

Una mujer denuncia en Asturias a su casera por “retenerla” en su cuarto durante cuatro días: "Cogió un hacha y me amenazó con matarme"

Afirma que la mujer llegó a romper la puerta y que vivió "un infierno"

La habitación donde presuntamente estuvo "retenida" Beatriz M.

Dice que ya conoce el infierno. La gijonesa Beatriz M. ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional tras permanecer cuatro días “retenida”, siempre según su versión, en una habitación. Asegura que la que era su casera, en una vivienda compartida en el barrio La Concordia (Langreo), la tuvo encerrada en su cuarto bajo amenazas: “Me dijo que si salía me mataba, llegó a romper la puerta de la habitación con un hacha”. Pudo liberarse gracias a unos amigos, que ahora la ayudan a recuperarse de las lesiones sufridas durante su encierro: tiene un traumatismo en el hombro por sujetar la puerta cuando su presunta agresora intentaba acceder a la habitación.

Beatriz M. conoció a sus caseros en diciembre de 2020. Son la mujer que presuntamente la tuvo retenida y su pareja sentimental –propietario de la vivienda–. Acordaron que le arrendarían una habitación con derecho a cocina por 120 euros al mes. Según explica, “al principio todo iba bien, pero luego empezaron a pasar cosas raras”. Beatriz M. está a tratamiento con antidepresivos y otros fármacos y, tal y como hizo constar en la denuncia, considera que le desaparecían pastillas “cuando estaba adormilada”.

“Luego pasó lo del ordenador”, explica. Sus caseros, afirma la denunciante, le ofrecieron un portátil de segunda mano. Ella pagó los 150 euros que le pedían, “en dos veces”, pero nunca le dieron el dispositivo. También “me pedían dinero prestado que nunca me devolvieron”. “La convivencia estaba muy deteriorada, pero nunca pensé que pudiera llegar a pasar lo que pasó”, señala.

El “infierno” de Beatriz M. comenzó el 19 de abril. Fue entonces cuando el propietario de la vivienda se fue unos días a atender unos asuntos familiares y, en la vivienda, quedaron las dos mujeres. Según consta en el texto de la demanda, “(la denunciada) comenzó a ponerse fuera de sí, gritando a todas horas e insultando a la denunciante por no querer darle dinero para droga con palabras tales como ‘p…’, ‘hija de la gran p…’, ‘tu madre el día que te parió, parió a la más p… del mundo. Yonqui, traficas con droga y con la virginidad de tu hija’. Llegando incluso a asomarse a la ventana gritando estas cosas”.

Ante la “violencia” de su casera, Beatriz M. puso la cama delante de la puerta de la habitación para evitar que entrara. “Me amenazó diciéndome que tenía un cuchillo y que me iba a rajar”, apunta. “Me impidió salir del cuarto, amenazándome de muerte. No pude comer durante cuatro días y tuve que hacer mis necesidades en un caldero”. El 19 de abril, tras cuatro días de “encierro”, la casera cogió un hacha y causó daños en la puerta al grito de “como salgas te mato”.

La denunciante asegura que en ese momento llamó a la Policía, pero que no pudieron liberarla. Poco después llegó la pareja de la denunciada y también unos amigos de Beatriz M., que la ayudaron a abandonar la casa. La acompañaron al hospital Valle del Nalón donde recibió asistencia sanitaria. En el informe médico facilitado por Beatriz M. a LA NUEVA ESPAÑA consta que sufrió una lesión en el hombro y el trapecio, por lo que se le colocó un cabestrillo. Tuvo que estar en reposo.

En la denuncia Beatriz M. reclama, además del dinero que asegura haber prestado a la pareja y el citado portátil, una serie de efectos personales que dejó en la casa. También que la denunciada le había dicho que le regalaría un perro que tenían en la casa, y que no cumplió con su palabra: “Lo echo mucho de menos”. Sobre todo, su mayor interés en denunciar el caso es “que se investigue y que nadie tenga que vivir lo que yo he vivido”. Dice que ya conoce el infierno.

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