Una mujer declaró ayer en el juicio que un hombre la retuvo en el domicilio de él y la agredió tras negarse a mantener relaciones sexuales en Palma. «Le dije que no quería sexo. Me impidió salir y empezó a pegarme golpes en la cara y patadas. Me cogió del pelo y me arrastró por el suelo. Pensé que iba a morir», afirmó la víctima. El sospechoso, sueco de 35 años, negó estas acusaciones. Según su versión, le reprochó a la mujer que no quisiera sexo tras haber pasado la noche besándose y manoseándose y la echó de su casa de malos modos, pero no la retuvo ni la agredió. La fiscalía le imputa delitos de detención ilegal y lesiones y reclama una condena de cinco años de prisión.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 18 de septiembre de 2019 en un domicilio de la zona de sa Feixina. La mujer contó durante el juicio en la Audiencia Provincial que coincidió con el acusado en un bar a través de unos amigos comunes. Tras estar de fiesta por la zona de Santa Catalina, él la invitó a su domicilio. «Nos besamos, pero le deje claro que no quería sexo con él. Insistió en que fuera a su casa, me dijo que solo quería compañía porque acababa de salir de una relación larga y estaba triste», dijo. Ambos acudieron entonces a a la vivienda. «Empezó a tocarme y volví a decirle que no quería sexo. Me dijo que me amaba y yo me quise marchar», relató. El hombre le impidió marcharse, la insultó y le quitó el teléfono cuando quiso llamar a la Policía. «Me pegó en la cara, me dio con los pies. Me agarró del pelo y me arrastró por el piso. Pensé que iba a salir de allí muerta». Finalmente, logró salir de la vivienda y llamó a la Policía.

El acusado, por su parte, negó estas acusaciones. El hombre declaró que estuvieron manoseándose y besándose en varios bares de la zona y luego fueron a su domicilio. Allí, dijo, «empezó a prepararse para dormir, parecía que ella ya no quería tener sexo». «Por supuesto, para mí un no es un no, siempre lo ha sido, sé aceptarlo, pero pensé que me había calentado. No fui muy elegante y le dije que si no quería sexo se fuera a su casa. Lo dije de una manera muy fea. ‘Qué coño haces aquí, vete a tu puta casa’» señaló. El procesado contó que discutieron y ella gritó. «Me puse nervioso porque iba a despertar a los vecinos. Le tapé la boca y le quité el móvil. Fue la única vez la toqué», señaló, asegurando que en ningún momento retuvo a la mujer ni la golpeó.

Los policías locales que acudieron al inmuebles tras ser alertados por los gritos explicaron que la casa estaba «revuelta» y hallaron mechones de pelos y una pendiente de la mujer, a la que encontraron en la calle «muy nerviosa». 

La abogada defensora sostuvo que el relato la mujer no es convincente y destacó que no presentaba lesiones graves pese al brutal ataque descrito, por lo que reclamó la absolución del acusado.