La Policía Nacional de Palma arrestó el pasado viernes a una mujer española de 48 años como presunta autora de la sustracción de dinero, joyas y una tarjeta de crédito en la casa de sa Vileta donde trabajaba como empleada doméstica desde hacía 26 años. En total consiguió un botín de unos 40.000 euros. El año pasado ya había sido arrestada por defraudar otros 8.000 euros a otra mujer de edad avanzada de la que cuidaba.

Según informó ayer la Policía, la investigación se inició a partir de una denuncia por un robo cometido en un domicilio de sa Vileta, de donde se llevaron joyas de un gran valor económico y sentimental, así como dinero en efectivo y una tarjeta de crédito.

Las gestiones de los agentes de la Comisaría Oeste permitieron confirmar que la tarjeta sustraída había sido utilizada por una mujer que trabajaba como empleada doméstica en la casa, y que había realizado con ella hasta 24 compras a través de internet.

Posteriormente los investigadores averiguaron que la sospechosa había vendido numerosas joyas a otras personas. Ante todas estas evidencias, los agentes arrestaron el pasado viernes a la sospechosa, una mujer española de 48 años.

Total confianza

La mujer llevaba 26 años trabajando en la casa donde presuntamente cometió el robo, por lo que contaba con toda la confianza de la familia. De hecho, también había trabajado para otros familiares y amigos de esta familia.

La investigación policial permitió concluir que con la venta de las joyas y las compras realizadas con la tarjeta sustraída, la detenida pudo obtener un botín de unos 40.000 euros.

La Policía comprobó también que la misma mujer ya había sido detenida el año pasado por realizar reintegros fraudulentos en cajeros automáticos por más de 8.000 euros con las tarjetas de crédito de otra mujer a la que cuidaba.