La tensión y la frustración entre algunos de los migrantes acogidos en el campamento de Las Raíces, en La Laguna, provocó en la mañana de este martes una nueva reyerta en la que un grupo de magrebíes y otro de subsaharianos se enfrentaron con todo lo que tenían a mano, desde palos y piedras hasta platos o botellas, entre otras cosas. La riña tumultuaria se inició en el exterior del centro, después hubo lanzamiento de objetos entre el interior y el exterior, para después continuar dentro del antiguo acuartelamiento militar. La gravedad del suceso requirió la intervención de integrantes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional una vez más. Para frenar la batalla campal, dichos agentes antidisturbios llegaron a utilizar sus escopetas para el lanzamiento de pelotas de goma, a la vez que intervinieron con escudos, cascos, chalecos y otros elementos de protección. Al final, hubo ocho detenidos en total y un número indeterminado de heridos. Algunos de los lesionados fueron trasladados por voluntarios y otros fueron atendidos y trasladados por ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC).

Varios de los afectados sufrieron heridas sangrantes, en la boca o en el rostro; pero en la mayoría de los casos, hubo numerosas contusiones y traumatismos en brazos, piernas, dorso o espalda. Uno de los afectados tenía síntomas de haber sufrido la fractura de una costilla, según explicó una de las testigos.

Algunos de los magrebíes que salían del campamento mostraban numerosas fotos en las que eran visibles los golpes recibidos. Dichas personas magrebíes aclaraban que esas lesiones no se las causó la Policía Nacional, sino otros migrantes de origen subsahariano. Este tipo de manifestaciones demuestra el serio problema que se registra entre ambos grupos étnicos casi desde la apertura del recinto de Las Raíces.

Además, diferentes vídeos muestran la violencia alcanzada durante el enfrentamiento, tanto antes como después de la llegada de los agentes del cuerpo de seguridad.

Cabe resaltar que el episodio violento de la mañana de este martes no ha sido el único que se ha producido en las últimas horas. De hecho, durante la noche del lunes, los citados agentes de la X Unidad de Intervención Policial (UIP) tuvieron que entrar en el espacio de acogida. Según varios de los migrantes consultados, en esa ocasión el enfrentamiento entre un menor marroquí y otro adolescente subsahariano motivó otra reyerta en la que se involucraron numerosos miembros de los citados grupos étnicos.

Y 40 minutos después de que abandonaran el recinto los últimos furgones policiales por la batalla campal de la mañana, varias dotaciones de la UIP y radiopatrullas de los agentes de Seguridad Ciudadana entraron de nuevo en el espacio, supuestamente para sofocar otro altercado. En este caso, el suceso se produjo en la parte más alejada de la entrada.

El altercado registrado este martes ha sido uno de los más violentos que se han detectado hasta ahora en el interior o el exterior de Las Raíces, el mismo día en el que se cumplen los dos meses desde su apertura como campamento de acogida. De esa manera, cerca de 2.000 personas magrebíes y subsaharianas pasaron de estar alojadas en hoteles a pernoctar en carpas sin calefacción y cuestionar en reiteradas ocasiones la cantidad y la calidad de la comida que se les ofrece, entre otras numerosas quejas, como la carencia de agua caliente para ducharse o actividades formativas y de entretenimiento.