«Es una vergüenza. Tanto la Policía Local como el Ayuntamiento de Capdepera están amedrentados por este clan de narcos». Un veterano agente de la Guardia Civil describía así la situación que se vive en Cala Rajada después de que un policía local fuera agredido por un numeroso grupo de miembros de una familia cuando trataban de intervenir a raíz de las quejas por una fiesta ilegal con una veintena de asistentes. El altercado se saldó sin detenidos y el agente herido tardó un día en presentar la denuncia. La Guardia Civil mantiene una investigación para aclarar lo ocurrido.

Según explican varios agentes de la Guardia Civil consultados, los agresores son miembros de un conocido clan de narcotraficantes muy conocido en Cala Rajada. «Llevan veinte años traficando, y varios de ellos tienen antecedentes, pero no se ha actuado con suficiente contundencia y tienen una sensación de impunidad que les hace actuar de esta manera».

El clan ha hecho pintadas denunciando racismo. | B.C.

Según estas fuentes, el clan está dirigido por cuatro hermanos e integrados por una quincena de miembros, que mantienen los puntos de venta de droga más activos de Cala Rajada.

El altercado no ha podido ser ignorado gracias a los vídeos grabados por los testigos presenciales. Los hechos ocurrieron el viernes sobre las seis de la tarde, cuando una patrulla de la Policía Local de Capdepera acudió a la calle ses Llegítimes de Cala Rajada, tras recibir quejas vecinales porque se estaba celebrando una fiesta con una veintena de asistentes en un piso, con la música a todo volumen.

Cuando llegó la patrulla policial se encontró con uno de los miembros del clan, que pretendía entrar en un hotel cercano y amenazaba de muerte a los responsables del establecimiento, a los que acusaba de haberse quejado de la fiesta. Este individuo se enfrentó a los dos agentes, que le instaron a que dejara de gritar y se pusiera la mascarilla. En un primero momento el hombre parecía que se marchaba, pero enseguida apareció un grupo de familiares, que rodearon y separaron a los agentes. Cinco hombres la tomaron con uno de ellos, al que propinaron repetidos puñetazos hasta que le derribaron. El policía tuvo que refugiarse en el interior del coche patrulla. Poco después llegaron más dotaciones de la Policía Local y la Guardia Civil, que tranquilizaron los ánimos e identificaron a varios de los participantes, aunque no hubo detenidos.

Policía y Guardia civil seguían ayer vigilando la calle. | BIEL CAPÓ

Un día después, el sábado por la tarde, los agentes atacados presentaron una denuncia ante la Guardia Civil. Uno de ellos tenía un ojo morado y otras señales de los golpes recibidos. También presentaron denuncia los responsables del hotel por las amenazas de muerte y por los daños sufridos en un coche, al que reventaron la luna trasera al arrojarle una botella de whisky.

La concejala de Capdepera responsable de la Policía Local, Carmen Marjaliza, declinó ayer hacer declaraciones sobre esta situación, ya que «no está claro lo ocurrido». Los miembros del clan han hecho pintadas en la calle denunciando el racismo.